Capítulo 2: El trabajo

2.6K 216 293
                                    

Al cabo de unos días de decidí hablar de nuevo con el chico nuevo. Todavía no me había dicho su nombre, y me temía que nunca me lo fuera a decir. Sentía que quizás le había presionado mucho a que fuera mi amigo, pero no encontraba otra opción para que no estuviera solo en clase.

Cuando sonó el timbre me acerqué a su mesa y me senté a su lado. Vi que estaba escribiendo algo en su libreta, pero cuando vio que me sentaba a su lado guardó sus cosas. 

—Hola, venía a hablar sobre el trabajo... Y si me podrías decir tu nombre. 

Hubo un silencio incómodo. Pero esa conversación tenía que llegar tarde o temprano. 

—Mi nombre es Popee. 

Me quedé un poco sorprendida al escucharle hablar tanto. Sin embargo, tenía que aprovechar mi oportunidad y alargar la conversación. 

—¡Bonito nombre! ¿Es extranjero? 

Se encogió de hombros sin mirarme. 

—Bueno, es un nombre muy bonito y poco común, nunca lo había oído. ¿Qué te parece buscar un tema para nuestro trabajo? Es sólo una presentación en inglés sobre un tema que nos guste, así que no es muy difícil. 

Popee se quedó callado por unos segundos, parecía que esperaba a que siguiera hablando. 

—Bueno, pues... ¿De qué tema debería ser nuestro trabajo? ¿Qué cosas te gustan? 

El rubio se quedó callado por un momento pensando en qué decir. Yo, por mi parte, ya sabía de qué quería hacer la presentación: animales. Siempre he amado los animales, y quería ser veterinaria si la nota me llegaba. 

Al ver que no decía nada, decidí proponer mi idea. 

—¿Qué te parece hacerlo de animales? 

Note que dio un pequeño salto, como si se hubiera asustado. 

—¿Animales? 

—¡Sí! Siempre me han gustado los animales y me gustaría ser veterinaria algún día. 

Note que se sentía un poco incómodo, pero como no habían más ideas, acabó aceptando. 

—¡Perfecto! ¿Entonces dónde quieres hacer el trabajo? 

—¿Dónde? 

—Podemos hacerlo en mi casa o en tu casa. 

Vi que se puso tenso, así que directamente dije de hacerlo en mi casa.
Ambos acordamos quedar en la plaza por la tarde. 

Al acabar las clases, fui a mi casa a preparar todo. Limpié el salón y cargué el ordenador. Ese día solo iba a estar mi hermano mayor, pero solía quedarse estudiando en su habitación. Mis padres estaban trabajando. 

Cuando llegó la tarde fui a la plaza cerca de mi casa a encontrarme con Popee. Me senté en un banco y le esperé. Al poco rato le vi llegar algo confundido. Quizás no solo era nuevo en clase sino también en la ciudad. 

Me acerqué a él para saludarle. 

—¡Buenas tardes, Popee! 

—Hola. 

—¿Vamos a mi casa? Está muy cerca de aquí. 

Asintió y empezamos a hablar por el camino. 

—Y dime, ¿qué es lo que te gusta hacer? 

—Um... ¿Cocinar? 

—Que guay. ¿Te sabes muchas recetas? 

—Pues... Sí, bastantes. 

Estuvimos hablando así por el camino. Me sentía tan contenta de por fin entablar una conversación con él sin ser ignorada completamente. 

—¿Eres extranjero? 

—Sí... Vivía en Estados Unidos antes de venir aquí. 

—¿Entonces sabes hablar inglés? 

—Sí. 

Después de eso hubo un pequeño momento de silencio. 

—Tú... ¿De dónde pensabas qué era? 

Me sorprendí al ver que me preguntaba algo. 

—Pues la verdad pensaba que eras extranjero, y ya está. Nunca pensé de que parte del mundo serías. Además, ¿soy yo o estabas un poco perdido cuando llegaste a la plaza? 

Me reí un poco para ser amigable. 

—No.

Dijo muy seco y cortante. Quizás mi comentario le sentó mal y pensó que me estaba riendo de él. Uno nunca sabe cómo la gente se puede tomar un comentario. 

—Perdona si te ha molestado lo que he dicho, solo quería hacerte reír un rato...

Me miró por un momento de pies a cabeza, como si me estuviera analizando. No dijo nada hasta que llegamos a la puerta de mi casa. 

—Bonita casa, es grande. 

Sonreí al ver que volvía a hablarme. 

—Sí, es una casa heredada de nuestros bisabuelos. Así que es un poco vieja. 

Abrí la puerta y ambos entramos. Fui a la cocina a por algo de agua mientras Popee se sentaba en la silla junto al ordenador. Puse los vasos con agua en la mesa y me senté a su lado.  

—Voy a abrir las presentaciones... Y vamos a crear una. 

Asintió mientras veía cómo usaba el portátil. 

—Ok, ahora hay que ver de qué temas hablaremos. 

—Podríamos hablar de los conejos. 

Propuso con un poco de interés. 

—¡Me acabo de acordar de un tema interesante! 

Grité sin querer por la emoción. Vi a Popee abrir sus ojos como platos al verme así. Me sentí un poco avergonzada y continúe hablando. 

—Podríamos hablar sobre cómo la crianza selectiva trae problemas de salud a los animales.
Me miró atento al ver que hablaba de algo que me apasionaba. 

—Me gusta tu idea. 

Finalmente acabamos escogiendo ese tema para nuestro trabajo, buscamos imágenes en Google y pusimos algunas razas. 

El cielo empezó a oscurecerse así que Popee volvió a su casa. Me puse super contenta de poder hablar normal con él. Quizás en un futuro nos volvamos buenos amigos. 

_______
Hellooo!
Pensaba que había subido esta parte PERO VAYA, parece que no. Se quedó como borrador porque faltaba poner los guiones largos (—).
Popee parece estar más hablador... Mi teoría es que antes de ir a clase, se vio vídeos para socializar.
Quería que esta parte llegara a 1000 palabras o más pero en verdad si pusiera más seria solo relleno, así que mejor lo dejo así.
¿Alguien más quiere ser veterinario/a?
Eso es todo por hoy, ¡nos leemos luego!

The cute boy |Popee the performer x Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora