Capítulo 26: La rosa

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Los días sin hablarse continuaron pasando. Julia y Alice aún no se hablaban ni se miraban, aún si ambas querían volver a ser amigas. En las clases todos se dieron cuenta de su distanciamiento y los rumores no tardaron en llegar. El rumor más famoso fue que a Julia le gustaba Popee y había intentado quitárselo a su amiga, rumor que empezó el mismo Popee, solo para que Alice no se acercara a Julia. De esa forma los días pasaban, pero Matthew no entendía qué había pasado.

Cada día que pasaba el joven se preguntaba qué cosas se había perdido. Era verdad que no pasaba mucho tiempo con los demás, pero, ¿por qué las mejores amigas ahora se odiaban? Había oído los rumores pero le parecía imposible que Julia hiciera algo así, y como la mencionada tampoco le dio mucha información sobre el tema, decidió hablar más con Alice. Quería retomar el contacto que habían perdido desde que su amiga empezó a salir con su novio.

De esa manera, Matthew esperaba a su amiga cada vez que acababa la clase para ir juntos al patio, aún si su novio la acompañaba siempre. Era difícil preguntarle sobre la pelea, pues Popee no abandonaba a su novia en ningún momento, y parecía molesto por la compañía de los demás. A la hora del recreo Julia, Scott y Teddy se sentaban en un banco separado de la pareja, y Matthew solía irse con su otro grupo de amigos, pues él era bastante popular. Pero si quería saber qué había pasado realmente, debía preguntarle directamente a Alice.

Popee estaba harto de la presencia de aquel adolescente hormonado cerca de su novia. ¿Qué hacía ahí? ¿De dónde había salido? Justo cuando por fin tenía a Alice para él solo, venía aquel entrometido para estropearlo todo. Alice era demasiado buena para decirle que se fuera, claro, debía ser por eso. Porque a Alice también le caía mal, le tenía que caer mal aquel chico, de una manera u otra conseguiría que ya no se acercara a ella, pero no sabía cómo. Las semanas pasaban y el niño seguía ahí, hablando con su novia día tras día, y lo peor era que solo hablaban de tonterías. ¿Entonces qué mierda hacía ahí? ¿Qué era lo que quería? La impotencia de no poder hacer nada lo mataba por dentro.

El rubio no dejó a su novia en ningún momento a solas con el peli-negro, pero no podía controlarla siempre. Después de clase, esos dos empezaron a quedar. Alice se sentía aliviada de poder hablar aún con uno de sus viejos amigos, ya que Scott también había dejado su lado para irse con Julia. Y Teddy más de lo mismo, ya que a él no le gustaba Popee para nada. Alice no entendía porque a sus amigos no les gustaba Popee, pero Matthew parecía que no le diría nada malo sobre su novio, así que estaba contenta de tenerlo a su lado. Ambos a veces quedaban para poder hablar de sus cosas, y Matthew acabó olvidando por completo su misión principal.

—¿Te gustan esas rosas? —preguntó el chico al ver a su amiga mirando las rosas de la casa de un vecino.

—La verdad es que son muy bonitas.

—No pensaba que te gustaban tanto. ¿Quieres una rosa?

—No hace falta.

—Puedo conseguirte una.

—Bueno, vale. —sonrió Alice sin saber a qué se refería.

—Vale, sujetame mis llaves y mi móvil. —Matthew sacó de sus bolsillos todos los objetos preciados que poseía.

—Espera, ¿qué vas a hacer?

—Conseguirte la rosa.

—¿Del vecino? Eso es ilegal.

—Un poco sí, pero cogeré la que está fuera de la propiedad... Esa, ¿ves? —se agachó un poco y señaló la flor— Confía en mí.

—¿Y tú pulsera? ¿No se caerá?

Matthew miró su pulsera azulada. Aquella pulsera tenía unos pequeños dibujos que le había hecho Julia al comenzar el curso. Sonrió al recordar a su amiga.

The cute boy |Popee the performer x Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora