Érase una vez...

Un Pequeño Pueblo

Al salir de la biblioteca me sentía rara y al cabo de un rato me di cuenta que no era yo misma iba vestida con otra ropa, y no era de carne y hueso yo era de ¡dibujos animados!. La parte buena es que como de pequeña me había visto la película cientos de veces me sabía el pueblo de memoria así que lo primero que hice fue ir a buscar al padre de Bella; para decirle que su hija estaba bien y que no le iba a pasar nada malo. También, no os voy a mentir fui para ver si me podía quedar esta noche en su casa porque no tenía ningún lugar para dormir.
Padre- Hola, ¿quien eres?
Yo- Buenos días, he venido para avisarle que su hija está sana y a salvo. No se preocupe por nada.
Padre- Y...¿tú cómo sabes eso?
Yo- Es muy largo de explicar; pero también quería pedirle si podría pasar la noche en su casa, es que no tengo ningún sitio donde pasar la noche.
Padre- Claro que te puedes quedar; voy a hacer la cena ¿podrías ir preparando la mesa?.
Yo- Por supuesto.
Padre- Mientras que cenamos me puedes contar todo lo que ha pasado.
Yo- Claro que si es una historia muy larga, no sé ni por donde empezar.
Cuando terminamos de cenar y yo de contarle la historia me explico donde podía quedarme, era la habitación de Bella. Siempre quise verla, me sentí a gusto y contenta por todo lo que me estaba pasando pero...también me sentía triste por no saber nada de mi familia y amigos.
A la mañana siguiente me vestí y me fui para darme un paseo por el pueblo y comprarme ropa, después de comprarme un vestido de 1991, después de un buen rato andando decidí ir a ver la biblioteca en la que aparecí. Cuando entre un hombre bajito, con barba me saluda y me enseña los libros que cree que me pueden gustar. Me subo a la escalera y de repente veo el libro que me llevo hacia la ciudad perdida; le pregunto sobre el libro...
Bibliotecario- Ese libro nunca lo he visto, si quieres te lo puedo regalar.
Yo- En serio me lo regalarías, muchísimas gracias buen hombre.
Enrique- Llámame Enrique si no le importa, me hace quedar más mayor. Ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja
Yo- Muy bien. Buenos días bien...Enrique. Encantada de conocerle.
Enrique- Buenos días y gracias.
Así fue como me hice amiga de Enrique y conseguí el libro, fui corriendo a la casa para leérmelo; saludé al padre de Bella y me encerré en la habitación. Al poco tiempo descubrí que hace mucho años en aquella ciudad un matrimonio de reyes tuvieron una hija; pero se la llevaron y no volvieron a saber más de ella. Cuando termine de leérmelo en la última página encontré una frase:
*EL AGUA ES LA FUERZA MOTRIZ DE TODA     LA NATURALEZA*.
Cuando la dije en voz alta me fui directamente a la ciudad y cuando la volví a decir aparecí otra vez en la habitación.
Guardé el libro en mi mochila le dije al padre de Bella que por cierto no os lo he dicho se llama Juan; le dije que me iba y también que muchas gracias por todo lo que había hecho por mi.
Fui a la panadería a comprarme algo de comer para el camino. Al cabo de un rato me caí por un agujero y aparecí en el cuento de ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS.
CONTINUARA