Chris abrió los ojos aun algo cansado, odiaba tener que levantarse mas temprano esos últimos días de entrenamiento, estiro sus músculos antes de levantarse completamente de su cama.
A pesar de la fastidiosa hora en la que se levantaba no podía evitar sentirse feliz, esa semana, pero mas específicamente, ese día su entrenamiento como novato ya terminaba lo que significaba que por fin podría unirse a una liga de héroes, o si no lo aceptaban estaba también la opción de volverse supervillano.
Pero es esperaba ser aceptado.
Chris había nacido como un niño especial, tenia no más de siete años cuando la manifestación de sus poderes empezaron, al principio creyó que estaba volviéndose loco por las voces que escuchaba en su cabeza pero mientras más tiempo pasaba sabia que las voces eran reales y pertenecían a otras personas.
Cuando sus padres lo descubrieron supieron que necesitaban ayuda, una asociación que se movía bajo las sombras los contactó, les dijeron que ellos serian los que ayudarían a Chris.
Aquel niño sonrió al saber que en un futuro podría ser un superhéroe.
¿Qué niño no sueña con eso?
Su entrenamiento en secreto empezó y Chris llego a extender sus poderes, paso de lo mental a lo físico.
Con apenas tres meses de entrenamiento ya era capaz de mover objetos con su mente, con mucha concentración pero ya era más fácil, cuando paso un año ya tenía un control completo del espacio a su alrededor, pudiendo manipular cosas que incluso estaban fuera de su vista.
Paso un poco más de tiempo y su poder mental se había vuelto fuerte, era capaz de implantar ideas en la mente de otras personas y manipularlas y ahora que ya estaba por salir era capaz de proyectar ilusiones, tenía grandes posibilidades de sr el mejor pero sus poderes solo eran considerados de segundo nivel ya que no eran capaces de realizar un daño considerable a alguno de sus contrincantes.
Eso nunca detuvo a Chris ya que siempre fue el mejor de su clase, superando por mucho a aquellos aspirantes que tenían poderes capaces de causar daño, entre ellos los poderes elementales.
Había días en los que envidiaba a sus otros amigos, poderes de fuego o hielo, incluso la magia a veces era más considerada que los poderes de un telepata.
Pero el les demostraría lo contrario en cuanto fuera nombrado héroe oficial.
El les mostraría que si podía salvar al mundo.
