El día no era para nada bueno según Chris.
Había despertado con una resaca del infierno gracias al villano que había estado jugando con su mente.
Además parecía que no había dormido nada y sus ojos tenían unas horribles bolsas negras debajo de ellas.
Había olvidado casi todas sus cosas en su casa por lo que había llegado a la preparatoria con una mochila vacía.
No solo eso, también había olvidado su billetera por lo que tenía cero dinero para el almuerzo.
¿Algo más podía empeorar?
—¿Christopher verdad?—
El castaño estaba dispuesto a voltear y simplemente hacer que cualquiera que le estuviera hablando se diera la vuelta para irse lejos, ya sea con la mente o a golpes, pero cuando se dio la vuelta no pudo hacerlo, mas por la sorpresa de ver quien estaba ahí.
Joel.
—SI ¿Pasa algo?—
—Olvidaste esto la otra vez que hablamos—
Joel extendió un separador de libros que tenia la forma de un gato negro haciendo que el castaño se sonrojara.
—Es algo tierno— agregó Joel.
Chris llevó su temblorosa mano al separador apenas tomándolo y en el proceso rozando suavemente los dedos de Joel.
El rizado alzo la mirada encontrándose con los ojos mieles de Chris que lo miraban atento, el tiempo se detuvo en el momento en que sus ojos se encontraron transmitiendo tantas cosas sin la necesidad de ninguna palabra.
—Gra... gracias— le dijo Chris tomando el separador y guardándolo en su bolsillo.
—Lo siento por lo de la otra vez, no fui muy cortés—
Chris lo miro intrigado sin saber el motivo por el cual Joel se había acercado a él, el rizado noto aquella curiosa mirada.
—No me gusta que nadie me interrumpa mientras leo— aclaró Joel con un sonrisa nerviosa —Lo siento—
—Te entiendo, yo también tengo ganas de golpear a Erick cada que me interrumpe—
Soltó una risa que rápidamente fue contagiada a Joel, hasta que llegó el ojiverde interrumpirlos.
—Lamento cortar su diversión— les dijo con una sonrisa —Pero debo llevarme a Chris por un momento.
—Erick, el es Joel, Joel él es Erick— les presentó Chris ignorando lo que les decía el ojiverde.
—¡Oh! Tú eres Erick, justo esta...—
—Sí, sí, mucho gusto— le interrumpió Erick restándole importancia —Vámonos Chris—
—Pero yo...—
El ojiverde resopló fastidiado tomando el brazo del castaño llevándolo lejos de Joel.
—¡Ay! ¡Qué diablos! ¡No me jales!— se quejó Chris tirando de su brazo para zafarse del agarre de Erick.
—No puedo portarme racional contigo cuando estas rompiendo las reglas—
—¿De qué estás hablando?—
—No lazos emocionales— le dijo Erick rodando los ojos —Era la lección dos o tres—
—Pero...—
—No lazos emocionales— repitió como un autómata—
—Erick aun estoy sufriendo por la jaqueca de ayer, si no quieres empezar a creer que eres una gallina mejor déjame en paz— amenazo el castaño.
—Si tú no quieres ser una paleta helada mejor ni lo intentes—
—Eres un verdadero fastidio—
Chris se dio la vuelta queriendo escapar de aquel sermón, lo recordaba perfectamente porque se lo habían repetido infinidad de veces mientras estaba en su entrenamiento.
—No lazos emocionales— repitió nuevamente Erick —Son nuestra mayor debilidad, Si alguien lo descubre...—
—Si alguien lo descubre no pasara nada porque después de estos últimos días estoy considerando dejar de ser un héroe—
—No puedes hacerlo, sabes que te necesitamos—
—¿Necesitarme?— le dijo Christopher con ironía —La primera vez que lo vi me quede congelado y la segunda logro romper mi control y termino por hacer que me desmayara—
—Pero también hiciste que Dilan y yo despertáramos cuando nos hizo lo mismo—
—Lo hubieran hecho de todas formas, en un par de horas—
—Chris debes de saber que eres importante para nuestro equipo—
—No me importa— respondió Chris soltando un suspiro —Joel vale más que solo ser un héroe, no lo puedo explicar ahora pero si debo renunciar para tener una vida normal lo hare—
—¿esa es tu decisión?—
—Si— aceptó Chris dándose la vuelta caminado hacia Joel.
—Lo siento por lo que acaba de pasar—
—No te preocupes, también he salido con personas que son celosas y...—
—No, no, no, no— Chris tropezó con sus propias palabras —Erick es solo un amigo—
—Genial— le dijo Joel con una sonrisa —¿Te parece si salimos esta tarde?—
