Su primer día como superhéroe había terminado siendo un verdadero fiasco, lo peor de todo fue ser salvado por un niño que hizo que él enmascarado escapara, no recordaba su nombre y no le importaba en esos momentos.
Apenas aquel villano había escapado el también lo hizo para no quedarse a escuchar los reclamos de Erick y Zabdiel, pero eso no hizo que pudiera evitarlos al día siguiente en la preparatoria.
Había encendido sus alarmas internas rastreando los pensamientos de ambos para así evitar estar en los mismos lugares que cualquiera de los otros dos, pero eso bajaba su atención a tiempo real, es por eso que mientras buscaba algún lugar tranquilo para comer termino derramando su bandeja sobre uno de los brabucones de la preparatoria.
Si había algo que Chris odiaba era la ética del superhéroe, eso le impedía usar sus poderes contra alguien indefenso o que no pudiera defenderse de los mismos, pero tampoco estaba dispuesto a soportar los golpes de alguien más.
—Estás muerto Velez— le amenazó.
—No lo creo— se burlo el castaño —Solo date la vuelta y vete—
—¿Por qué debería hacerte caso?—
Los ojos mieles de Chris brillaron y cambiaron a un color rojo intenso, su voz se suavizo haciendo que el otro chico entrara en un extraño trance y sin pensar se dio la vuelta y camino alejandose de Chris.
Chris sonrió al saber que se había librado de una pelea, pero detrás de él escucho unos aplausos sarcásticos.
—Eso fue genial— se burlo Erick —No pudiste hacerlo ayer—
—Cállate— murmuro el castaño caminando en sentido opuesto.
—Esta vez no ¿Qué fue lo que pasó ayer?—
—No lo sé Erick— Chris se dio la vuelta soltando un suspiro frustrado —No pude entrar en su mente—
—No puedo creerlo—
—Pues ese es tu problema, si vuelve a aparecer será problema tuyo, de Zabdiel y de ese enano verde—
—Su nombre es Dilan— le corrigió Erick.
—No me importa, ese será su problema, ya que mis poderes parecen ser inútiles me resignaré a ser un simple mortal—
Christopher se dio la vuelta escapando del lugar, después de todo el volvería a ser tan útil como un montón de hojas si el tipo de la mascara volvía a aparecer.
Así que como decidió resignarse a su vida de humano por fin podía romper una de sus reglas, acercarse a socializar con otras personas. Justo ahora tenía a la vista al candidato ideal, sentado en las bancas en el campus leyendo un libro.
¿Cómo no verlo?
Se llamaba Joel.
Lo había visto un par de veces cuando empezó en la preparatoria, siempre lo observaba discretamente pero michas veces se había negado a observar sus pensamientos, a saber cuál era la esencia de Joel. No quería hacer trampa porque si alguna vez lograba acercarse a Joel debía hacerlo empezando de cero.
Y ese día era hoy.
Manteniendo una calma muy precisa y también poniendo una de sus mejores sonrisas se acercó a Joel sentándose a su lado.
—Hola ¿Joel verdad?— le pregunto recibiendo una mirada curiosa por parte del rizado.
—Si...— asintió dudando —¿Te conozco?—
—Estamos en la misma clase de química—
—No lo recuerdo— le respondió indiferente regresando su atención al libro que traía en sus manos.
La sonrisa de Chris bacilo unos segundos, quiso entrar en la mente de Joel y simplemente encontrar algo que le ayudara a acercarse al rizado pero nunca lo haría, se había prometido jamás leer la mente de Joel, sería como hacer trampa y si iba a acercarse a Joel no debía ser por una mentira.
Solo debía encontrar algo que los uniera, algo que de cierto modo pudiera acercarlos.
Sin perder mucho tiempo empezó a pensar que era lo que le ayudaría a conectar con Joel, desvió su vista hacia el libro que el rizado sujetaba, eso era.
—Yo leí este libro— menciono el castaño —O bueno ya estoy por terminarlo—
Joel levanto una de sus cejas mirándolo intrigado, algo le resultaba familiar en Chris, o tal vez solo era su imaginación.
—No puedo creerte— le dijo Joel cambiando la página de su libro.
—Te lo mostraré—
Chris buscó en su mochila el libro que ayer había estado leyendo todo bajo la atenta mirada de Joel, el rizado reconoció la portada apenas lo vio, Chris no mentía.
—¡Qué bien, si sabes leer!— le dijo Joel sarcástico —¿Ahora si te irás o inventaras otra excusa para que te siga hablando?—
—¿Chico difícil?— murmuro Chris pero el rizado lo escucho.
—Difícil no, imposible— Joel guardo sus cosas y se levanto alejándose del lugar.
Chris lo vio como un reto, uno mejor que intentar defender la ciudad de alguien que iba a destruirla—
—O y por cierto...— Joel se detuvo y se dio la vuelta —La clase que compartimos es historia no química—
