Suspiro reajustando la correa de su mochila mientras se dirigía con pesadez hacia la salida de la escuela, mirando a la gente pasar por su lado, tantas caras conocidas pero para el eran nada más que simples extraños, pensó en seguir caminando pero algo capto a su atención. Se detuvo un segundo para observar más detenidamente a ese chico raro, al cual veía todos los días pero no recordaba su nombre, ahora llevando un nuevo color de cabello el cual nunca había visto anteriormente, una clase de azul opaco haciéndolo ver más pálido de lo normal.
Vio como tímidamente se acercaba a un grupo alumnos de primero, puso su mano en el hombro de uno de ellos tratando de llamar su atención, al ver que no respondían vio como sus labios se movieron murmurando unas palabras, al no obtener una respuesta, retiro su mano lentamente frunciendo el ceño y dando media vuelta se dirigió en dirección contraria, hacia la salida.
Al ver como el chico con cabello azulado se retiraba perdió el interés en la situación y continúo su camino.
Al ir tan perdido en sus pensamientos no se dio cuenta que estaba yendo en la misma dirección que el chico, de la nada el detuvo su andar y lentamente dio media vuelta viéndome directamente a los ojos, titubeando abrió un par de veces la boca, pero ningún sonido salió de ella.
- ¿Hola? - De la forma en que lo dije parecía mas una pregunta que un saludo, el giro su cabeza mirando a sus costados como buscando la presencia de alguien más, sin embargo la pregunta estaba dirigida a él, con un movimiento brusco regreso a mirarme.
-¿Me hablas a mí? - se señaló a si mismo sorprendido.
- A quien más le iba a hablar.... -alce una ceja en confusión, era bastante extraño. Se quedó en chock con la boca abierta mirándome con ojos enormes, y poco a poco comenzó a dar pequeños y vacilantes hacia mí, y con cada paso fue acelerando más hasta llegar al punto en que iba corriendo en mi dirección.
Fui sorprendido por unos brazos que me rodearon el cuello y me tiraron al frio pasto del campus, solo pude sentir como ese tipo raro se aferraba a mí con todas sus fuerzas y posaba todo su peso encima mío riendo estúpidamente gritando -¡Puedes verme! , ¡Realmente puedes verme!.
Pude notar que su piel era realmente fría ya que su mejilla hiso contacto con la mía, trate de librarme empujando su pecho pero fue en vano ya que era más pesado que yo. Dándome por vencido solo me quede acostado esperando a que se dignara a soltarme pero pude sentir que no tenía la intención de hacerlo.
- ¿Puedes soltarme lechoso? - Solté con mal humor empezando a sentir el frio del pasto colarse por mi chaqueta. El solo alzo la cabeza haciéndonos quedar frente a frente y pude ver su enorme sonrisa.
- Nope, ¿cómo podría hacerlo? ¡Tú me haces demasiado feliz!- Bajo la cabeza y me apretó mucho mas fuerte entre sus brazos, escondió su rostro en mi cuello, susurrando. - No puedo creer que puedas verme, realmente verme...
Podía sentir mi cuerpo tensándose bajo el contacto de su piel fría contra la mía. - QUI-TA-TE I-DIO-TA. - Dije lenta y agresivamente.
Se levanto y apoyo el peso de su cuerpo con sus manos a los costados de mi cabeza y me miro fijamente manteniendo la misma sonrisa estúpida y se quito de encima mío con un movimiento rápido. Ya una vez de pie me ofreció una mano para ayudar a levantarme.
Me apoye en los codos y mire la mano que me ofrecía, rodé los ojos y de un manotazo aparte la mano de mi vista. - No necesito tu ayuda, puedo levantarme por mi mismo-.
Me puse de pie sin mucho esfuerzo y me sacudí el pasto de la chaqueta, mirándolo preguntándome porque era tan encimoso si solamente nos habíamos visto un par de veces.
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Memories never die
FanfictionCalum Hood es estudiante de la Preparatoria de Trinity en Santa Rosa, California. Después de la muerte de su madre hace cuatro años, el pensó que por primera vez en mucho tiempo todo estaba volviendo a la normalidad, jamas pensó que una persona lo...