+mi corazón ahora mismo tiene dueño y no está en esta lista.
Su corazón tenía dueño.
Guardó el papelito, junto con su carta, otra vez en el sobre y, triste, caminó hacia su casa. Se encerró en su habitación y lloró como nunca antes lo había hecho. Sin embargo, cuando se le secaron los ojos, juró y perjuro que jamás volvería a pasarle algo así.