Cap.2

53 2 0
                                    

—Siempre la misma hueá Daniela por la chucha, todos los días te tengo que hablar como 20 veces para que te levantes —escuché a mi mama alegar como por décima vez.

—Mamá ya estoy levantada, tomando desayuno, deja de darle vuelta al asunto porfa —dije choreada ya.

—No me vengai con hueás que alego cuando quiero y apurate mejor —preferí quedarme callada, nadie quería provocarla. cuando se enojaba era como 10 tornados juntos.

(---)

Entré a la sala para ver a mi mejor amiga, la cata, estaba echada en la mesa casi dormida. Al verme me sonrió y se sentó en la silla.

—Hola maraca, cómo estuvo el fin de semana, yo me la pase perriando canciones del shishigang en mi pieza, ya que nadie se he sacado carrete.

Me cagué de la risa por lo del shishigang.

—Que eri hueona y sobre lo del fin de semana estuvo piola y acompañé a mis chiquititos al happyland.

—Sin tan lindos los chiquititos —respondió.

—Y había un mino super pasao' pa' la punta -dije con una sonrisa, la cata como que se le iluminó la cara y yo ya sabia lo que estaba pensando —y no hueona, tú sabes que no quiero nada con nadie.

—Ya, pero ¿por qué dices que era pasao' pa' la punta?

—Es que fui a ponerle la plata a la targeta -le expliqué todo y de vez en caundo la cata sonreía.

—A ver estop, déjame asimilar toda esta información —Dijo con una señal de stop —¿Osea que el culiao te dijo que quería pololiarte?, es que hueona ahí teni la oportunidad. Dijiste que el mino era lindo y que era lanzao todo lo que te gusta a vo' ¡Es como todo en el mismo paquete!

—Ay hueona recién lo conocí ayer tampoco me voy a lanzar de una.

—Con to' sino pa' qué -Dijo cagá de la risa —ya pero poniéndonos serias, igual deberías darte la oportunidad de conocerlo.

—Voy a pensarlo —dije terminando la conversación ya que la vieja de lenguaje había llegado.

(---)

La mitad de la semana transcurrió normal, hoy íbamos a salir con la Cata al mall porque quería comprarse unas hueas de lápices que según ella se veían súper lindos en los cuadernos, yo esribo con lápiz pasta azul y era.

—Ya po Daniela camina más rápido que tengo la senda hambre, quiero comprar luego las cagás de lápices —me retó la Cata.

—Ya oh no ves que tengo piernas cortas y cuando vo' das un paso yo tengo que dar tres -Dije mientras corría para estar al lado de ella.

Cuando llegamos a la tienda, la Cata compró sus cosas y yo aproveché de comprarme un destacador, ya que me lo habían choriado hace poco los culiaos.

Igual que siempre les robo las gomas a los perro conchetumare.

—Pasemos al baño que estoy que me meo —le dije a la cata y respondió con un "la weona meona".

Íbamos caminando o mejor dicho casi corriendo, ya que la Cata estaba re caga del hambre. Preferimos ir a pedro, juan y diego a comprar sus hamburguesas. Son dies de dies.

La Cata caminó hacia el lado de las mesas ya que dijo que cuidaría una.
La fila culiá estaba re larga ya que todos los culiaos pasaban a comer aquí.
Miré buscando a la Cata y cuando la vi estaba casi echada en la silla, típico.
Me reí y de rrepente mi vista capta algo que me puso nervisa de una.

El diego venía caminando hacia Pedro, juan y Diego, se veía muy diferente con su ropa, a su ropa de trabajo.

Se veía entero rico.

El hueón del HappyLandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora