Capítulo 3,5: No necesito de tu anillo para ser feliz (Yumji)

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Sus pies se movían al compás de la canción mientras sentía las manos de su novia firmemente en sus caderas. Sus manos rodeaban el cuello de Yuna con sus ojos fijos en los de la alta chica.

Pocas veces podían deleitarse con la belleza de la otra, si bien estaban en todo su derecho de analizar las facciones de su pareja, el tiempo que compartían juntas cada vez se hacía más ilimitado.

Su embarazo no había mejorado en nada su situación actual. Yewon se lamentaba cada día de ello y así también la culpa crecía en su interior al ver como su novia pasaba horas trabajando para poder pagar su apartamento. En sí, Yewon estaba dispuesta a trabajar junto a Yuna y hacer de sí una carga menos para la nombrada, pero por la testarudez de su novia, no había siquiera podido discutir acerca de ello sin que Yuna la callase con un beso diciéndole que ella podía hacerse cargo.

Se sentía horrendo ver como la persona que amaba se volvía una sombra en su vida. Con suerte tenía tiempo de verla cuando llegaba a casa y cuando lo hacía, Yuna no parecía querer hacer nada más que dormir.

La mano de Yewon fue directo a la mejilla de Yuna y con suavidad movió su pulgar acariciándola.

—Te amo—Las palabras salieron de su boca con total sinceridad esperando que su novia sintiera el sentimiento detrás de estas—Te amo demasiado.

Una sonrisa ladeada salió de los labios de la alta y con convicción atrajo a Yewon contra su cuerpo abrazándola. Con seguridad movió su boca cerca del oído de la más baja susurrando una palabras.

—¡Yah, Choi Yuna!—Un sonrojo envolvió las mejillas de la susurrada y con su mano empujó lejos el cuerpo de su novia, avergonzada—No puedo creer que digas esas cosas aquí.

—Dios me perdone—Una sonrisa burlona salió de los labios de Yuna—Pero no puedo evitarlo y es tu culpa por hacerme pecar, Yewonnie.

—¿Yo te hago pecar?

La más baja negó con una sonrisa tímida a la vez que intentaba evitar los ojos curiosos de su novia.
Su sonrisa se borró tan rápido la vista de sus amigas se hizo presente en su campo de visión.

¿Qué se sentía poder casarse con la persona que amas?

El lujoso lugar, la comida, la música, las flores, las decoraciones, la capilla y sobre todo, los anillos… ¿Cuánto gastaron en todo eso?

Las esperanzas de tener una boda digna con Yuna se volvía cada vez más lejana a su alcance. Su futuro hijo y las responsabilidades que este conllevaba no le dejaba más opciones que negarse a la idea de tener un casamiento.

Con suerte tenían para pagar el apartamento que compartían, ¿Cómo planearían una boda así?

—¡Yewon! ¡Hey!—Unos chasquidos la volvieron a la realidad—¿Qué pasa, Yewon?

La preocupación en los ojos de su novia la confundían, ¿Debía decirle? No quería que Yuna se hiciera la cabeza y trabajara el doble por ello. No podía darse el lujo de empujar a su novia a sobre exigirse por sus tonterías.

—Nada, estoy bien, Yuna.

—Sabes que no te creo, ¿Verdad?—La más alta volteó su cuerpo y colocó su barbilla en su hombro mientras su mano apuntaba al par de recién casadas—Algo te sucede, Yewon y voy a esperar a que me lo digas.

—Sabes que es, Yuna-yah.

—Sí lo sé, pero quiero escucharlo de ti.

Las manos de su novia voltearon su cuerpo obligándola a juntar sus ojos.

—Quiero casarme contigo, Yuna.

—¿Pero?

—No tenemos dinero.

El divorcio | Wonha-Yumji-Sinrin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora