Dejando el orgullo atrás

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Cuando ya pasaron esas 3 semana (incluso un poco menos, ya que NightCap era conocido por tener un organismo fuerte y poder recuperarse de muchas cosas rápido) la ciudad ya había sido bastante invadida.

NightCap ese dia decidió tomar un descanso. Se quedó en su casa puesto que no era seguro salir con los zombies afuera, todas las personas de la ciudad estaban dentro del búnker marca L.E.A.F, un búnker dentro de la Corporación de la Liga de superhéroes bajo tierra hecho enormemente por si casos como estos ocurrían. El búnker tenía mas de 10 pisos y 100 habitaciones por piso, suficiente para la ciudad entera que era bastante poblada.

Obviamente, los héroes eran los que se encargaban de llevar la comida y los recursos. NightCap también colaboraba, pero no desde L.E.A.F, sino que iba donando un poco de recursos cada tanto a la Corporación.

L.E.A.F había prometido solemnemente acabar con la invasión y llevarlos a todos sanos y salvos a casa.

Grass también estaba allí en la Corporación L.E.A.F aunque no fuera parte de ella. Su familia estaba en el búnker. Su casa no era Segura. NightCap era realmente el único en su casa.

Realmente estaba demasiado confiado en que esta vez iba a poder derrotarlos.

El descanso de este terminó cuando se percató de que estaban intentando forzar la puerta. Cuando menos se lo esperó, ya la habían roto.

Se desesperó e intentó tomar sus cosas lo mas rápido posible. Él realmente no tenía poderes como la mayoría de otros héroes de la ciudad, simplemente tenía grandes habilidades de ninja, karate y esgrima,  ese era su fuerte. Pero normalmente servía para combates pequeños. No para una horda entera que  entraba a su casa y lo tomaba desprevenido.

Iba a tomar sus cosas pero... uh oh... adivinen quién siempre deja sus cosas en la sala...

Y adivinen cual habitación estaba justo en la planta baja, siendo invadida por  zombies...

Si dijiste la sala, estabas en lo correcto.

NightCap empezó a sudar. Sin sus cosas, era poco probable que pudiera hacerlo. Decidió quedarse alli sin mover un  músculo.

Pero al parecer los zombies ya habían subido, y empezaron a forzar la puerta de la habitación de NightCap.

Este se puso en frente de la puerta, y nada mas fue forzada, le dio una fuerte patada en la cabeza al primer zombie, quebrándola.

Al segundo lo agarró de los hombros y lo llevó para atrás haciéndolo caer, y al tercero empezaron a entrar de a muchos, hasta que lo tuvieron rodeado.

-Mierda... - Susurró. Estaba acorralado, ya  no había nada mas que hacer.

O si lo había...

Vio en su mesa de luz aquella linterna que le había dado Green Shadow un tiempo atrás, jamás la había usado.

Al principio no lo iba a hacer; pero cuando uno de los zombies rasgó su ropa rompiendo toda su camisa, agarró la linterna y la sacó por la ventana, y la encendió .

El cielo se iluminó mostrando una señal de planta, color verde fluorescente.

Cuando NightCap ya daba todo  por perdido, vio como algo rompía la ventana. Lo vio mejor y era una clase de mina.

-¡Salta! - Pudo escuchar que  le gritaban dándole una orden. Este obedeció, y saltó por la ventana cayendo en el suelo.

Poco después, aquella mina explotó acabando con los zombies de adentro.

NightCap se limpió el polvo de su cuerpo y levantó la mirada. Jamás había visto a ese héroe.

-¿Y tú eres?... - Pregunta NightCap. Era un héroe bastante grande en masa, cabello marrón y un gorro con forma de mina.

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