⃟ ཹ։ sᴛɪɢᴍᴀ🎭

⸙⿻¿Eᥣ fιᥒ?

Jin

Taehyung me alejo de él como si intentara protegerme de alguna bestia que nos acechaba, puede incluso arriesgarme a decir que con ese empujon quiso decirme que me fuera del lugar, su mirada ya no seguía en mi, ahora buscaba analizaba el pasillo esperando encontrar la habitación. No parecía lejos el lugar de don provenía el ruido pero mi miedo quería jugarme una mala pasada y hacerme creer que debía terminar de recorrer ese infernal pasillo oscuro. Quise pronunciar unas palabras pero me era imposible, había algo que rodeaba al menor y no me permitía hablar; es como si los buenos momentos tendrían su fin cuando lleguemos a ese lugar. La cabellera turquesa del menor se alejaba de a poco, sus pasos hacían eco en el pasillo eran seguros pero lentos; por alguna razón yo no podía mover mis piernas, todo esto y el beso me habían dejado en un estado de "shock". Los pasos parecían haberse duplicado, otra persona venía del lado contrario del edificio, al alumbrar al contrario con nuestros celulares pudimos respirar con calma, se trataba de Yoongi.

- Creo saber donde esta RM...

Yoongi asintió con calma y se dirigió hacía nosotros - Escuchen, vuelvan a la casa... si no volvemos con ustedes en dos horas... - su mirada buscó la de Tae en busca de una aprobación, al parecer el menor le dio el permiso ya que Min suspiro con pesadez - Llamen a la policía... prometemos que mantendremos a la chica a salvo.

Jimin estaba a punto de salir a la defensiva pero la mirada de ambos chicos lo detuvieron, cerró los puños aguantando la ira de toda la situación, con JK lo tomamos por los hombros y así salir del edificio.

Narradora

Los asesinos se dispusieron a seguir adelante por el pasillo, ¿por qué lo hacían? Uno por amor, el otro por diversión, el castaño estaba decidido a que dejaría en paz al que fue su novio hace unos años, pero el de sonrisa cuadrada aún no terminaba de utilizar a su mayor, no era parte de sus planes estar enamorado de quién es su víctima en este juego que sólo a él le provocaba placer.

Por otro lado los corderos estaban inquietos, querían volver a su casa y hacer como si nada sucediera, pero sus corazones estaban atados por hilos rojos hacía tres de las personas que se encontraban dentro del matadero, el del medio era consumido por sus más terribles pensamientos sobre lo que podría pasarle a su chica y el menor... el menor estaba más que perdido... el amor que nunca cesó aún le pertenecía al de ojos gatunos, y él menor lo sabía, por más que haya perdido la memoria, por más que ahora el otro estaba enfermo y mataba por placer, no podía negarlo.  Mejor ni hablemos del mayor de los tres corderos, había mordido el anzuelo y lo disfrutaba, ¿qué si sabía que era simplemente un juguete? Lo sabía, pero ya era tarde para escapar.

- No puedo quedarme aquí sin hacer nada...

- ¡Jimin! - siguieron al pelinegro por su seguridad.

Vante

Nos guíamos por el forcejeo de dos personas, dos almas que parecían estar destinadas pero con un cruel camino. 

Jin

Cerca de encontrar la verdad, la desesperación me controlaba.

Vante

Min se encargó de pasar inadvertido para llegar a la chica, yo me encargaba de entretener a Hoseok.

Jin

Jimin se detuvo frente a la puerta del cuarto.

Vante

Lo empuje lejos de mi, Yoongi le quito las ataduras a la menor.

Jin

Hoseok preparo el arma.

Vante

Apretó el gatillo.

Narradora

- ¡HOSEOK!

- ¡TAEHYUNG!

La prima de Hoseok salió corriendo para abrazarlo, Jin fue directo hacía el cuerpo casi inerte del chico que le gustaba, le costaba respirar, tenía la vista ida; Jin lo sostenía entre sus brazos, Jungkook con la intención de querer llamar la ambulancia pero Yoongi le quito el teléfono, le susurró unas cuantas cosas y el menor parecía convencido ante sus palabras. Jimin separó a la chica de su primo, la alejó por seguridad ya que el chico había perdido la cordura, estaba inmóvil en el lugar observando el error que había cometido, Namjoon se lo tomó por la muñeca obligándole a salir de ahí. La secuestrada quería ir tras su primo, los brazos del chico al rededor de la cintura de la menor se lo impedían.

- ¡Taehyung! ¡Mirame! ¡Por favor!

El de pelos turquesas intentaba responder, sólo balbuceaba, fallidas palabras que eran dirigidas al mayor, acercó la mano hasta la mejilla del contrario que estaba mojada por las lagrimas, limpio cada lagrima que iba saliendo de esos hermosos ojos, según el punto de vista del de tez canela.

Vante

- Jin... acercate...

Mi gran cordero hizo caso, se acercó hasta quedar a centímetros de mi rostro, verlo tan preocupado, hecho un mar de lagrimas, sentí una presión terrible que por impulso lo abracé. Y mi cabeza tocó el suelo, comenzó a revisarme hasta notar que traía un chaleco antibalas, ¿desde cuándo lo traigo puesto? Siempre uso uno, ¿cómo creen que salgo ileso de las persecuciones policiales?

- Tú... ¡maldito KIM TAEHYUNG!

Lo último que vi fue un puño con los nudillos listos para sangrar yendo directo a mi nariz. Uno intenta ser romántico y eso recibe.