Capítulo 6-El Vendedor de Armas de Tristain

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Kirche se despertó antes del mediodía. Hoy es el Día del Vacio, pensó. Miró a su ventana y descubrió que no había cristal, y que había marcas de fuego alrededor del marco. Aún somnolienta, se quedó mirando un segundo antes de recordar lo que sucedió la noche pasada.

-Cierto... vino mucha gente, y los mandé a freír espárragos.

Dejó de preocuparse de su ventana tras eso. Se levantó y empezó a maquillarse, mientras pensaba animada cómo debería seducir a Saito hoy. Kirche era una cazadora nata.

Cuando acabe, iré y llamaré a la habitación de Louise. Apoyaré mi mejilla en una mano, ocultando mi sonrisa. Saito abrirá la puerta, y le abrazaré y besaré en cuanto pueda. Oh... ¿qué hará Louise ante eso...?, pensó Kirche. Y después... podría intentar guiarle fuera de la habitación, y quizás se acerque él a mí. El pensamiento de un posible rechazo no pasó por su mente.

Sin pensarlo dos veces, usó un hechizo de apertura en la puerta de Louise, y fue recompensada con un clic. En realidad, los hechizos de apertura estaban prohibidos en la academia, pero a Kirche no le importaba. "Pasión por encima de todo" era el lema de su casa.

Pero la habitación estaba vacía. Ninguno de los dos estaba.

Kirche curioseó la habitación.

-Siempre igual... una habitación sin gusto.

La mochila de Louise no estaba tampoco. Sumándole el hecho de que era el Día del vacio significaba que habían ido a algún sitio. Kirche miró por la ventana y vio a dos personas montadas a caballo, listas para irse; eran Saito y Louise.

-¿Qué? ¿De excursión, eh?- murmuró Kirche molesta.

Tras pensar un momento, salió corriendo de la habitación de Louise.

Tabitha estaba en su habitación, navegando entre su mar de libros. Debajo de su pelo azulado y de sus gafas había brillantes ojos azules que relucían como el océano.

Tabitha en realidad era cuatro o cinco años maor de lo que aparentaba. Era incluso más pequeña que la ya de por sí pequeña Louise, y su cuerpo era bastante delgado. Una chica que no le importaba lo que la gente pensara de ella.

Tabitha amaba los Días del vacio. Era cuando podía sumergirse en sus mundos favoritos. A sus ojos, el resto de gente eran intrusos en su pequeño mundo, lo que le daba un sentimiento de melancolía.

No pasó mucho tiempo antes de que alguien llamara fuertemente a su puerta. Sin levantarse, Tabitha se limitó a coger y mover su bastón, más alto que ella. Realizó un "Hechizo de Tranquilidad", un hechizo de viento. Tabitha era una maga con afinidad de viento. El "Hechizo de Tranquilidad" taponó esos ruidos molestos. Satisfecha, volvió a su lectura, sin mover un ápice el rostro en todo el proceso.

Entonces alguien forzó la puerta a abrirse. Dándose cuenta, Tabitha movió sus ojos del libro. Era Kirche.

Comenzó a balbucear algo, pero con la magia del silencio, ninguna de sus palabras llegó hasta Tabitha. Kirche apartó el libro de Tabitha, y cogió a la pequeña lectora por los hombros para hacer que la mirara. Tabitha miró fijamente a Kirche, con una expresión llana en la cara. Aún así, uno podía darse cuenta de que no era una mirada de bienvenida.

Pero Kirche era la amiga de Tabitha. Si hubiera sido otro, le habría hecho volar por los aires con un ciclón. Sin alternativa, Tabitha canceló su magia. Como si un candado se hubiese abierto, la voz de Kirche emergió al instante.

-¡Tabitha! ¡Prepárate, nos vamos!

Tabitha le explicó suavemente a su amiga:

-Día del Vacio.

Zero no Tsukaima Español:Volumen 1 - El Familiar de ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora