Wolf ✩SeHo/HunHo✩

Pasado Pt1

Mamá me enseñó que sin importar mi puesto en la manada, debía saber liderar, daba igual que fuera alfa, beta u omega, tenía que saber hacerlo por si acaso en una circunstancia de emergencia se necesitaba intelecto, orden y, por supuesto, liderazgo. Nunca pensé que alguna vez me encontraría en esa situación, claro, hasta que pasó. Normalmente solo suele suceder en las películas que ven los humanos normales, en ellas, las manadas se dispersan por cualquier cosa y acaban enfrentadas, o quien sabe, disputas entre manadas vecinas, pero en realidad, las manadas somos muy pacíficas, no hay peligro si respetas las normas de fronteras entre territorio y las básicas de toda manada. Nunca supe que pasaría esa velada, al perderme en el bosque una noche en la que las nubes inundaban el cielo sin tener rastro o resplandor alguno de la luna que consiguiera darme un poco de luz.

La primera vez que lo vi, tenía 10 años, era muy tarde, no sabría decirte qué hora, cuando me di cuenta de que me había perdido, y Min Seok no vendría a encontrarme como otras veces en las que jugábamos al escondite por el bosque. Mi primera reacción fue entrar en pánico, pero luego recordé las palabras de mamá "Cuando estés en una situación de pánico, lidera tus sentimientos y no dejes que el pánico te consuma, porque es cuando peor estarás, cuando más miedo tengas por culpa del pánico". Una rama se partió, y ahí fue cuando todo el liderazgo sobre mis emociones finalizó. Empecé temblar, y no sabía si era por el frío o por el miedo, mi corazón latía a mil por hora, y lo único que quería era volver a casa con mamá. Cerré los ojos, queriendo que todo fuera un mal sueño, pero que equivocado que estaba. Escuché un rugido delante mío, y aunque el miedo pudiera conmigo, abrí los ojos. Di dos pasos hacia atrás al ver de qué se trataba. Un lobo negro no muy grande, pero que daba miedo, me estaba mirando con las fauces abiertas. Comprendía perfectamente la situación en la que me encontraba, me había metido en el territorio de otra manada, y aunque eso no fuera malo, tenías que tener mucho cuidado, ya que no sabías con qué clase de persona o animal te encontrarías. El lobo de repente cambió a su forma humana, era un chico de no más de 12 años, me miraba curioso, con la cejas alzadas, supuse que intentando saber de dónde provenía.

-¿Te has perdido cachorro?- me preguntó con el semblante serio.

¿Por qué me llamaba cachorro? Era injusto, él parecía un cachorro.

-Tú también eres un cachorro.- respondí al instante, sin pensar en otra cosa, intentando no hacer un puchero.

-No te he preguntado eso, cachorro.- dijo cerrando el tema.

Me limité a asentir con la cabeza.

-Ya veo, te llevaré de vuelta con tu manada. Sube.- al instante de decir eso, volvió a su forma lobuna.

Me subí con miedo, agarrandome al pelaje del animal y descubriendo que tenía un agradable olor a tierra húmeda, así que acomodé mi cabeza en el pelaje del cuello dejando que aquel aroma invadiese todos mis sentidos relajándome.

Me quedé dormido mientras que el lobo corría entre los árboles del frondoso bosque. El resto son recuerdos difusos, escuchaba voces, el pelo de animal cambió a unos brazos desnudos, y de brazos desnudos pasó a una manta. Cuando desperté, ya era de día y estaba en mi cama. Inconscientemente hice un puchero. No sé había despedido de mi, y eso sin saber porqué, oprimía mi pecho levemente. Me encontré extrañando aquella fragancia a tierra húmeda que el día anterior había invadido todos mis sentidos.

La segunda vez que nuestros caminos se cruzaron, yo tenía 15 años, era día de recolecta, y no quería ir, pero papá y mamá me obligaron a ir.

-No entiendo porque he tenido que venir yo, y Jong In no, me parece indignante- le dije a mi madre refunfuñando.

-Tu hermano es pequeño, y además, la madre de Kyung Soo se ofreció a cuidarlo mientras que nosotros no estábamos. No me discutas más Kim Jun Myeon, el tema ha terminado.- finalizó mi madre -Además, es la oportunidad perfecta para que hagas amigos de otras manadas.