Tal vez Yeimi y yo tendríamos nuestro final feliz como pareja, pero no, hace 4 años que Yeimi y yo dejamos de ser pareja, todo por un estúpido error mío, cada uno tomo su camino, ella es la héroe número dos junto con Bakugō, ya que sacaron los mismos puntuajes, yo quedé el tercer lugar como héroe.
Dejando ese tema, aún no puedo dejar de pensar en Yeimi, mi primer amor, a la única persona que amo, pero no puedo cambiar el destino, yo estoy casado con Momo y tengo dos hijos, cometí el error de engañarla, no se nada de ella, hace tres años que se tuvo que ir a su dimensión, no se fue sola, se fue con Neito Monoma, no sé cuándo regresan o si ya regresaron.
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Hace tres años que no eh visto a mis amigos de la otra dimensión, regrese a la dimensión donde pertenezco, junto con Neito, soy la héroe número dos, pero antes de ser héroe decidí o mejor dicho decidimos tomarnos un tiempo antes de ser héroes profesionales, eh conocido a mi familia e perdonado a mi padre, estoy feliz de tener una nueva familia, estoy casada con Neito y tenemos a una hija maravillosa, pero hace tres días que regresamos, para que nuestra hija tenga una vida normal y que sea heroína profesional.
5 años después
- Mamá, papá vamos al parqué- decía una pequeña niña de cinco años muy emocionada.
Llevamos cinco años viviendo en la dimensión de héroes, nuestra hija ya tiene cinco años, es igual a su padre pero tiene mis ojos, Verdes y Negros.
Buscaba a mi hija por el parque ya que se estaba haciendo tarde, pero me lleve la sorpresa de que estaba hablando un niño pelinegro, me acerque y la llamé por su nombre.
- Rei, cariño ya es hora de irnos- llame a mi hija, pero antes de que dijera algo, una voz que reconocí pero más madura se acercó llamandi a su hijo.
- Yereimi ya es hora de irnos- era el, shōto Todoroki, estaba frente a mis ojos, estaba en shock al igual que el, pero dos voces nos sacaron del shock.
Mamá, hay que irnos papá nos espera- me llamo mi hija, lo único que ise fue agacharme para cargarla.
Claro hija, vamós- le respondí
Papá, mamá y Sakumo nos esperan- le llamó su hijo, pero ya no escucho nada más.
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Dos destinos con diferentes caminos, dos almas nacidos para estar juntos, Shōto y Yeimi en sus meñiques tienen Le Hilo Rojo 📿.
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Ciudad de México
2/Septiembre/2019
9:23 pm
433 palabras
Yamile Martinez
