Capítulo 12

1.2K 232 26
                                    

Kong POV

—Muy bien, entonces, comencemos con el show. Entonces, ¿cuáles son tus poderes, Tee?

—P'Arthit, no puedo decírtelo. P'Kong, ¿puedo decírselo?

—No, él tiene que resolverlo por sí mismo.

—¿Por qué es que cada vez que estoy cerca de ti siento que estoy a punto de volver a hacer mis exámenes? ¿Qué pasa con todo esto? ¡Solo dímelo! ¿No nos hará la vida más fácil?

—Hmmm, estoy seguro de que Jes te dijo porque saber cosas antes de comenzar a soñar arruina tus predicciones.

—Bien, bien. Por favor, no empieces a darme conferencias como Jes. Entonces, ¿qué puedes decirme?

P'Arthit estaba sentado frente a Tee en su mesa de comedor comenzando su llamado interrogatorio. Y, como siempre, Kip lo rodeaba constantemente.

—Oooh, oooh, ¿puedo adivinar también? Soy increíble en los juegos.

—Esto no es un juego. P'Arthit, ¿tu compinche realmente necesita estar aquí?

—Bueno, sí. Si vas a seguir dándome tarea, voy a usar toda la ayuda que pueda.

—P'Kong deja de ser tan gruñón. P'Kip, por supuesto, también puedes adivinar. Esto va a ser muy divertido. P'Kong nunca me deja hacer nada interesante.

—Entonces, ¿puedes usarlos ahora? ¿Es algo realmente genial?

—P'Kong, ¿qué dices? ¿Puedo usarlos ahora mismo?

—No.

—¿En serio? No eres divertido en absoluto. Sí, P'Kip es súper genial. Mucho mejor que P'Kong.

—¿Ya los has usado frente a nosotros?

—Hmmpf no. P'Kong no me deja.

—No es algo peligroso ¿verdad?

—¡Oh, soy extremadamente peligrosa! Podría convertirme totalmente en un malvado villano con superpoderes. P'Kip, ¿me ayudarás a encontrar un nombre genial si alguna vez decido que es mi vocación?

—Tenemos un trato. ¡Oh, Dios mío! ¿Escupes fuego?

—¿Qué? Kip, por supuesto que no lo hace. Espera, ¿lo hace?

—No P'Arthit, ella no escupe fuego.

—¡Ah! Eso es una lástima, esperaba que Tee accidentalmente pudiera quemar estos sofás horribles.

—Me gustan mucho mis sofás.

—¿Por qué no intentas dormir en ellos? Mi espalda está rígida como una losa de mármol. Y tu Kong ni siquiera me deja acurrucarme con él. De hecho, termino despertando en el piso todas las mañanas.

—Tal vez deberías tratar de mantener tus manos para ti mismo y no serias expulsado de la cama.

—Oh, vamos, ya me estoy rompiendo la espalda todas las noches, todo lo que quiero es un poco de amor. ¿Pueden tus poderes ayudarme a conseguir que Arthit compre un nuevo sofá? Algo un poco más primaveral.

—Hmmm, lo siento P'Kip. No puedo pensar en ninguna manera en que mis poderes te ayuden a deshacerte de los muebles de la casa.

—¿Entonces tampoco escupes ácido?

—No P'Kip, tampoco ácido.

—Hmmm, Arthit, ¿qué más podria escupir?

—¿Por qué necesita escupir algo?

—¡Ella acaba de decir que es peligrosa!

—Jaja, P'Kip dijiste que eras bueno para adivinar. Realmente necesitas ampliar tu imaginación.

Y esta ridícula ida y vuelta continuó durante unas horas más. No estoy seguro de que nadie en esta sala, excepto yo, comprenda exactamente con quién estamos tratando. Mi padre es cruel. Completamente brutal. Y si hoy era una indicación, iba a ser casi imposible hacer que Tee y Kip tomaran en serio estas amenazas. Cada vez que P'Arthit comenzaba a hacerle preguntas a Tee, Kip dejaba de lado la conversación con alguna anécdota al azar sobre sí mismo que haría reír a Tee. Luego tomaría todo mi esfuerzo y el de P'Arthit lograr que se concentraran de nuevo.

Todavía no tengo idea de quién es Kip y por qué exactamente estaba de gorron en la casa de P'Arthit. No podía haber estado viviendo aquí mucho tiempo ya que vivía solo con una pequeña maleta. Estaba seguro de que no estaba trabajando con P'Arthit. No recordaba a ningún Kip de los días universitarios de P'Arthit. Entonces, ¿desde cuando entró este nuevo personaje en escena? Curiosamente, aparte de ser consciente de su existencia, incluso Jes sabía muy poco sobre Kip. Entonces, lo que sucedió esa noche me sorprendió por completo.

Por mucho que me molestara Kip, tenía razón sobre el sofá cama que compartíamos en la sala de estar. Era duro e incómodo y agregaba otra razón para que yo tuviera un sueño patéticamente ligero. Eran poco más de las 2 de la madrugada cuando escuché a P'Arthit revolotear en su habitación durante unos minutos antes de abrir la puerta y caminar de puntillas hacia el sofá. Estaba a punto de dirigirme a él para preguntarle si necesitaba algo tan tarde en la noche, pero susurró suavemente antes de que pudiera hablar.

—Kip... Kip... despierta.

¿Kip?

—Kip... Despierta.

—¿Eh? ¿Arthit? ¿Qué hora es?

—Sshhh... No digas nada. Sígueme, vamos a salir.

—¿Qué? ¿Ahora mismo?

—Sí, vamos, date prisa.

—¿Date prisa? Estaba en medio de un sueño muy agradable, ya sabes. Tu Kong finalmente me devolvió el abrazo.

—Shhh... ¿puedes dejar de hacer tanto ruido y levantarte ya?

—Bien, bien, ya voy. Será mejor que me invites a desayunar más tarde. Mis servicios nocturnos no son gratuitos, ¿sabes?

—Cállate Kip. Vas a despertarlo.

—¿Estás susurrando por tu enamorado? Te das cuenta de que ha estado despierto todo este tiempo, ¿no?

Ya casi estaban en la puerta de entrada listos para partir cuando P'Arthit se dio la vuelta para mirar en mi dirección. La habitación todavía estaba completamente oscura y dudo que él pudiera ver mis rasgos. Sin embargo, murmuró un suave susurro antes de darse la vuelta y salir del apartamento con Kip.

—Kong, ve a dormir en la habitación. No volveremos hasta la mañana.

¿Qué carajo acaba de pasar?

La presa // The Prey [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora