Fuego.

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Pov. Goku.

Después de escuchar a mi padre, fui directo a llamar a mi hermano, se que no nos llevamos muy bien pero ahora necesito que alguien me ayude y quién mejor que él.

Llamada telefónica.

- ¿Que quieres?.-

- No seas gruñón Raditz ya tenemos con Vegeta; hermano necesito que vengas a la casa del señor, hay un paciente con una herida en la cabeza.- necesitaba escucharme lo más natural posible.

- ¿Qué, La mocosa regreso con él?.-

- No precisamente, tengo un equipo de radiografía y tomografía y no se bien como usarlo, tu eres radiólogo y creo que podrías ayudarme, además de que también te servirá de práctica para las clases de  neurología que estás tomando.-

- Eres un bastardo.-

- Ja, pero sigo siendo más guapo que tú.-

Fin de la llamada.

Termine de llamar y voy directo dónde estaba Vegeta.

- Señor, (me observó despectivamente) se está terminando de instalar  el pequeño lugar para tú mujer y en cuanto esté listo daré la orden de que la bajen.-

- Por tú bien y el de la ramera que tienes cómo esposa y el bastardo que tendrás por hijo, más te vale que este bien y que despierte lo más pronto posible.-

- Olvidaba que eras así de tierno, Raditz vendrá a ayudarme.

- ¿Porque tiene que venir el cabellos de muñeca vieja?.-

- Recuerda que es Radiólogo y nadie más que él puede manejar los juguetes que mandaste a traer.-

- ¿Le dirá a alguien?.-

- No, tu sabes que no es un soplón.-

- Está bien, largo de mí oficina.-

Ya había ganado por lo menos en esta ocasión, solo me faltaba sacar a Bulma de ésto.

Pov. Vegeta.

Salí de mi despacho fuí directo a mí habitación y ahí estaba ella mi hermosa cautiva, tan quieta, como si no tuviera vida, estaba desesperado aún que no lo demostraba mi alma estaba rota tan rota por verla así, quería matar a Kakaroto por no salvarla, me senté a su lado y tome su mano acariciaba su cara, quería ver sus hermosos ojos azules, tan azules como el mar; tan hermosos como la primera vez que los volví a ver...

Flashback.

Era el cumpleaños de Zorn ella tenía apenas 14 y yo 21 pero su cuerpo no aparentaba esa edad, sus ojos sus hermosos ojos habían chocado con los míos, me había sonreído, yo no estaba completamente en mis cinco sentidos pues tenían poco de haber muerto mis padres, conversé con los señores de la casa, la señora Brief había sido muy amable pero ostigante; el señor Brief había sido más consiente y me dirijo una sonrisa y una palmada en la espalda y se retiró. Pero no me sentía bien, me ahogaba en toda la multitud de personas que había, salí al jardín y tome una gran cantidad de aire, fue ahí cuando la ví con ese hermoso vestido negro brillante que dejaba ver sus largas piernas, que amoldaba sus pechos, su cabello parecía una cascada, pero venía hecha una furia, detrás de ella un idiota gritaba su nombre molesto...

- Ven acá pequeña zorra.- la tomo fuertemente del brazo.

- ¡Déjame en paz Yamcha!.-

- ¡No, me prometiste que te acostarías conmigo!.-

- ¡Yo nunca te prometí eso, estás loco yo no estoy lista, me estás precionando mucho, no quiero y no estoy prepa...

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