Mi Higlander

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Definitivamente Alexander sabia lo que hacia, todas mis partes femeninas literalmente estaban estallando como fuegos artificiales en plenas fiestas patrias, no me di cuenta en que momento nos metió a su casa y la verdad no me entretuve pensando en como abriría la puerta, toda mi atención estaba en como se sentían sus besos y la insistencia con la cual me besaba y acariciaba mi cuerpo, el cual parecía que estaba hipersensible a pesar de toda la ropa que tenia puesta, sentía con toda claridad como me tocaba en los lugares correctos, así que cuando me acostó en su sofá, y se posiciono encima de mi y sentí como se empezó a mover sobre mi, solo se escuchaban nuestros gemidos, y la hermosa forma en la que pronunciaba Mo Ghaol

Empece a quitarle su abrigo y el rápidamente me ayudo en la tarea, nos mirábamos con un ardor en la mirada, en la que nos expresábamos lo que ambos queríamos, me empezó a desvestir y yo le ayude para terminar con la tarea mas rápido, eso era lo malo de traer tantas capas de ropa, con muchos jalones y gemidos logramos deshacernos de casi todas nuestras capas de ropa, solo me quede con mi lencería (siempre me ha gustado la lencería de encage negro) y me encanto la cara que puso Alexander cuando vio mi conjunto,

- Mo Ghaol, eres hermosa. Y se lanzo de nuevo a mis labios y empezó a descender hacia mi cuello y empezó a besarme y con su manos me acariciaba mis pechos tocándolos de una menera en la que nunca habían sido tocados, porque casi me vengo con sus caricias.

- Alexander, por favor te necesito ahora. - A tus ordenes Mo Ghaol. Y con esas palabras se lanzo a quitarme mi lencería y a quitarse sus boxers, ahora estábamos desnudos los dos.

-Estoy limpio, y por lo demás ya no nos tenemos que preocupar   - Muy elocuente Higlander, así que si estamos de acuerdo te necesito dentro de mi ahora por favor. Me toco con su mano mi vulva e introdujo un dedo. - Estas empapada Mo Ghaol, estas totalmente lista para mi. Saco su dedo y me insto a abrir las piernas para que se posicionara y de un solo golpe entro en mi y me sentí totalmente llena, me pregunto con su mirada si seguía y yo asentí, ya no había vuelta atrás, empezó a moverse a un ritmo delicioso y justamente como mi clítoris lo necesitaba, gemí su nombre una y otra vez  y el también, estábamos locos de placer y le empece a enterrar la uñas en la espalda cuando empece a sentir mi orgasmo acercarse, él lo noto, porque me penetro con mas fuerza llegando aun mas adentro y sus embestidas aumentaron al punto que enterró su cara en mi cuello y empezó a succionar fuerte y esa fue la cúspide de lo que necesitamos ambos para llegar, nuestros orgasmos llegaron al mismo tiempo y fueron muy fuertes, ambos gritamos nuestros nombres y nuestros cuerpos quedaron juntos y saciados como en una nube de satisfacción.

- Mo Ghaol, creo que deberíamos de movernos a la cama, hace frió.  Hasta que el me recordó el frió, yo ya no me acordaba ni en donde estábamos, la verdad nunca había tenido una conexión a ese nivel con nadie y mucho menos en la cama, fue tan genial que aun no me recuperaba de la experiencia que había sido estar con Alexander.

Me llevo en brazos a su cama y me deposito con el mayor cuidado, se acostó  a mi lado y nos tapo a ambos, nos acurrucamos, fue un momento que aunque quisiera no podía negar lo que había pasado.

- No pienses Mo Ghaol, por ahora no pienses solo descansa, todo estará bien, Y empezó a decir palabras en gaélico que ni por asomo entendía, me sorprendió como respondió a mis pensamientos y en es momento decidí dejar de pensar en la situación y solo disfrutar de esos cómodos brazos en los que estaba envuelta.

Una Nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora