Un domingo normal

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Desperté con una sensación horrible, tenía un mal presentimiento y no quería pensar en algo malo. Pero creo saber que pasó.

Baje las escaleras y me dirigí a la cocina, Lilian y mis padres estaban desayunando muy alegremente, pasé por delante de ellos para llegar al refrigerador, mi hermana notó mi presencia.

-Oye Mai, ven a almorzar.- Dijo sonriendo como siempre.

-No... , lo siento Lili, no estoy de humor- Dije poniendo la excusa más "Realista" que se me pasará por la cabeza- Comeré sola en mi cuarto.

Lilian se quedó atónita, aunque luego volvió a la normalidad, porque esa era la normalidad de esta casa. Mi padre esbozó una pequeña pero feliz sonrisa, el me odiaba, lo hacía y mucho. Mi madre sólo miraba la comida, con una mirada que no expresaba nada.

Me hice unas tostadas y subí a mi habitación, pasé el resto de la tarde en ella. Era el único lugar del mundo que podía considerar mío, experto por los episodios en los que mi padre entraba a regañarme.

Eran las 7:46, papá se había ido a jugas al pool con sus amigos. Mamá y Lili siempre salian a esa hora; iban al cine, a las tiendas, etc. Obviamente yo nunca estuve invitada, nunca lleve una relación con mi madre, pero a comparación de mi padre, a ella sí la amaba, desde que la vi rezar  por mi salud y bienestar luego de la primera discusión con mi padre, pero sólo fue esa vez.

Mi madre me dijo muchas cosas de pequeña, la mayoría eran lecciones de modales para que mi padre me aceptará, cuando se dio cuenta que no trataba sólo de los modales, dejó de hablarme, cortó relación conmigo y me dejo con las niñeras, hasta que cumplí 9 años. Le hice una petición escrita a mi padre para que empezara a quedarme sola. Me había dado cuenta que me gustaba el silencio y 3 señoritas preguntándome que necesitaba cada 15 minutos obviamente no era silencioso. La petición fue aceptada, no eh visto a esas chicas desde entonces.

Lilian tocó a mi puerta diciendo.

-Mai, ¿Quieres venir conmigo y con mamá a las tiendas?.

-No gracias, estoy ocupada- Obviamente fue idea de Lili y mamá no tuvo más remedio que aceptar.- Pero espera... pasa.

Ella entró sorprendida pero feliz.

-Toma, compra ropa negra y gris. ¡Nada de rosa ni celeste pastel!- Le di un poco de dinero.

-Ok ok.

Se fue y yo me quedé en mi cuarto mirando al techo para finalmente dormirme. Cuando me desperté, vi dos bolsas de mi tienda favorita, Lilian me hizo caso.

Al abrir una bolsa me encontré con prendas preciosas y mi cambio, pero cuando abrí la otra saque un papel que decía este es un regalo para ti. No tenía firma pero supuse que era de Lili, era un pantanos de Jean negro y rasgado... ¡lo ame!

Cuando miré la hora, ya eran las 2:35AM. Me volví a acostar ya que mañana tenía clase, dormí profundamente gracias a este tranquilo domingo.

La Historia De Mai ShonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora