Dónde todo empezó...

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“Si el problema en su ojo sigue avanzando, entonces será el momento de buscar un donante...”

No podía dejar de pensar en las palabras de mi oculista después de la cita de esta tarde. Esta mañana todo estaba bien a mi alrededor y ahora me dicen que debo buscar a alguien que me dé su ojo.

No, definitivamente no quería quedarme sin un ojo. Soy muy jóven como para que tener que pasar por una experiencia así, aún hay muchas cosas que quiero hacer, que quiero apreciar, que quiero ver...

—Tranquila Ann, con tu nuevo par de lentes de contacto no habrá necesidad de llegar a esos extremos—exclamó mi madre conduciendo de regreso a casa.

¡Pero que mentira más grande!

Si mi maldito astigmatismo y miopía en el ojo derecho se hubieran corregido con mis primeros lentes de contacto no tendría mas de estos problemas de mierda con los que debo lidiar anualmente en cada estudio.

¿Pero qué mas podría pasarle a un ser tan desgraciado como yo...?

Me llamo Ann Davis, tengo 17 años y desde que tengo memoria nunca he podido ver del todo bien.
Desde que entré a la escuela primaria tuve que usar anteojos, debo decir que la vida no fue nada fácil, era horrible escuchar a mis compañeros llamarme “cuatro ojos” o decirme que "con mis lentes podían ver hasta el otro lado del mundo" y mas insultos de ese calibre, sin duda eran bastante creativos esos pequeños hijos de...

Desearía decir que el tormento acabó allí pero no fue así. Con el paso de los años mi vista en el ojo derecho fue deteriorándose cada vez mas, los cristales de mis anteojos se veían más gruesos y profundos, por lo que decidí usar lentes de contacto.

Fue difícil adaptarme a ellos pero finalmente las burlas cesaron y luego logré acostumbrarme a aquellos lentes.

En la secundaria la vida no fue nada sencilla, algunos compañeros me molestaban mucho, ya que ellos creían que era una chica bastante rara y anormal, no sólo por mi comportamiento aislado, sino por el simple hecho de que el color de mi iris era de un gris tan oscuro que en realidad se veía negro, decían y me hacían sentir como un monstruo. Fue sin duda la peor etapa de mi vida, y a pesar de que le pedía ayuda a varios maestros simplemente no me escuchaban, así que me mostré indiferente y tuve que soportar a esos miserables hasta nuestra graduación.

Al entrar a la preparatoria todo marchaba bastante bien, hasta que me dí cuenta que Kim y Liam—dos de los chicos que me molestaban en la secundaria—estaban en mi mismo salón, así que las burlas comenzaron nuevamente.

A decir verdad ya estaba acostumbrada, pero a pesar de eso me sentía sola. Como hubiera deseado que Nova, mi mejor amiga estuviese a mi lado, pero al terminar la escuela primaria se mudó con sus padres a otra ciudad y no supe mas de ella, realmente la necesitaba.

Si ya me hacían sentir mal por ser “diferente” no quería imaginar como me harían sentir si descubrían que estoy por quedarme sin un ojo, así que decidí tener oculto mi problema ocular, sin embargo la verdad tendría que salir en algún momento a la luz.


...

Mamá estacionó el auto en la entrada de la casa, bajé de él y tomé el periódico que estaba en la puerta. Una vez dentro, mamá fue a preparar la cena y yo me fuí a mi habitación a leer. Pasé las hojas sin encontrar ninguna noticia interesante hasta que me topé con la nota de un chico que había sido asesinado durante su fiesta de graduación y que su cuerpo había sido colgado en el techo, pobre tonto, pero supongo que debió haber hecho algo para terminar de esa manera.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2019 ⏰

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