Mi otro yo: la reencarnación de Hankú Visigodo.

Capitulo 4: ¿Cáos en la ciudad?

Hankú dormía plácidamente, hasta que tuvo el mismo sueño que tuvo en su casa y el avión, pero esta vez parecía realmente estar más completo.

(( En el sueño: ))

-- Hankú... Hankú...

Una silueta parecida a Hankú se hace denotar, y era alguien igual a el solo que parecía estar en Super Saiyajin Dios rojo, y las ropas casi antiguas, el logo del Shirai Ryu pero más dorado en el pecho de la camiseta y una banda de tela estilo político.

-- Al fin nos vimos.

-- ¿Q-Qué significa esto...?

-- Sí que me veo mucho mejor en esta época que antes jajaj.

-- RESPONDEME QUIEN ERES?

-- De acuerdo, te lo contaré. Soy tu vida pasada.

Lo mira serio, y de repente muestra las mismas marcas que llevaba esa noche de sorpresa.

-- E-Esas marcas...

-- Así es...

-- Dime quien eres en concreto por favor.

-- Te lo diré sin chistar. Mi nombre es Hankú Visigodo, soy un Guerrero antiguo de los años 200 a 700 después de cristo.

-- T-Tiene que ser una broma.

-- Oh, pero no lo es.

-- ¡¡Explicate!! ¡¿Porque de repente tengo estas marcas?!

-- Es una maldición que un tipo del pasado me transfuso en la Batalla de Adrianópolis del año 480, esta maldición según el, me dijo que será algo permanente y aparecerán las marcas para incomodarte, consecuentemente los que lleven mi rostro y semejanza que tengan mi sangre sufrirán con ello.

-- ...

Hankú se quedó perplejo ante esta revelación, quiere decir que desde que se transformó en Hankú fué el detonante de tener ya esta maldición? Esto sin dudas lo deja sin habla.

-- Cuando mi alma se dirigió al otro mundo recuerdo algo.

-- ¿De que se trata?

-- Mi alma se dividió en 3 pedazos.

-- ¿Cómo es eso posible?

-- 2 de esos pedazos eran la mitad de mí que no quería reencarnar, y tener la oportunidad de vivir otra vez.

-- Y la otra mitad quien sería? Quien es residual...?

-- ... No lo sé.

-- ¿Entonces como sabría quien es esa otra mitad que te falta? ¿Cómo podría saberlo o saberla?

-- Según el que me hizo estas heridas, te las verá en el momento en que estés cara a cara, o te las verá un ser divino. Quien sea la otra parte faltante o un ser más alla de nuestra compresión sabrá tu situación.

-- Eso no me explicaría nad-

En ese momento, Hankú despertó por los rayos del sol que golpearon a su cara. De ahí en más, se preparó para ir a desayunar por ahí.

-- Mmmmm a donde podría ir... oh ya sé! Voy a donde fuí anoche.

Fué al negocio de Morgana.

-- Oh bienvenido Sr de vuelta! Que le preparo?

-- Ahorita se me antoja un par de donas, y un café para mantenerme despierto hoy en día!

-- Sabia elección, pero podría ser paciente por 2 minutitos? Es que se nos acabaron las donas y están saliendo unas que van a salir rellenas!