Pensamientos anónimos.

102. Te quiero para...

"Y voy flotando por el río, descansando en la corriente." -Gustavo Cerati.

"Coinciden cada mañana en la parada del metro, él huele al humo de cigarrillo, ella al café de las mañanas. Él lleva un maletín de piel con sus iniciales grabadas, ella su mejor camisa; hoy se siente especial, se ha pintado los labios de rojo y él se da cuenta. La mira en el reflejo del cristal y se enamora. Se asombra a sí mismo al pensar que cada mañana se viste por ella, se afeita pensando en ella. Baja las escaleras del metro con la ilusión de encontrarla, y él se pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Cómo sacar a flote un amor del subterráneo?"

"La diabetes invade cuando la soledad duele."

"Ciega a lo real".

"Anoche soñé contigo y soñé con el siguiente capítulo de nuestra historia, el que ni tú ni yo nos atrevimos a leer por miedo a que fuera el último, el que decidimos marcar doblando la esquina superior derecha de la página, con la esperanza de que quizás, algún día, quisiésemos volver a leernos."

"Y entonces te das cuenta de que todo comienza de nuevo, y la sonrisa vuelve a ser la dueña de tu vida."

"Te quiero para llevarte a la cama y desnudarte a versos, a palabras, a risas, a historias y conocerte así, sin safar un sólo botón."

"No duele tu ausencia, duele tu intermitencia. No te quedas ni te vas, y no se puede extrañar a quien no se va, ni olvidar a quien se queda."

"Habían tantas piedras y decidí tropezarme con la que no estaba en mi camino."

"¿Sabe? Quizá tuvieron razón al colocar al amor en los libros... Quizá porque no podía existir en ningún otro lugar."

#Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección.- Ernesto Sabato.