Primer Día

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Capítulo I

5 meses antes

Eran las 7 de la mañana, hoy era mi primer día en mi nueva escuela. La primera vez que asistiría a una, y era el último año. No había asistido antes porque mis padres prefirieron que estudiase en casa, pero, luego de mis súplicas, decidieron dejarme hacer mi último año, como una chica normal, en la misma institución privada a la que asistía mi primo Drew.

Estaba frente al espejo para cerciorarme de que todo estuviese correcto. El uniforme estaba muy bien, comparado con otros que había visto en fotos de Google, este estaba realmente sexy.

Consistía en una falda de pliegues negra, que iba desde mi cintura hasta unos 8 dedos por encima de la rodilla, era un poco corta porque así había decidido que fuera, esperaba que no me regañaran. También tenía una camisa blanca, un blazer negro que en uno de los bolsillos tenía bordado el escudo de la escuela y corbata del mismo color. Lo complementé con unas medias blancas que me llegaban por encima de la rodilla y unos tacones, no tan altos, negros.

Mi pelo castaño oscuro, que le iba perfecto a mi piel aceitunada, caía suelto por mi espalda hasta las caderas, era largo, tanto que a veces me costaba peinarlo. El maquillaje era algo sutil, un poco de rimel en mis pestañas, salvo por mis labios, que siempre iban rojos. Mis uñas iban de negro, menos la del dedo índice, esa llevaba una uña artificial de oro de la que salía una pequeña cadenita unida a un anillo, fue un regalo de mi padre por mis 16 años.

Bien, está todo listo

Tomé mi mochila y salí de mi nueva habitación. Había ido a vivir con mis tíos porque estaba más cerca de la escuela y para mi resultaba ser mejor, odiaba conducir y ahí tenía a Drew para que me llevase. Mi padre había echo todo un escándalo cuando le conté de mi idea de ir a vivir allá, pero eventualmente lo aceptó.

Bajé por las escaleras, esperando no perderme, era una casa grande, pero no tanto comparada con la casa en la que vivía con mi padre. Cuando estaba llegando al último escalón me encontré con Drew.

-¿Estas lista para tu primer día en el Roswell College?-preguntó, mientras intentaba atarse la corbata, parecía perdido en esa acción

Bajé el último escalón mientras ponía mis ojos en blanco y me dispuse a ayudarle con la corbata

-Quita- le dije apartando sus manos -ya lo hago yo- comencé a atarle la dichosa corbata, tenía práctica, solía ayudar a mi padre a ponérselas -Y respondiendo a tu pregunta, si, estoy lista- terminé con mi trabajo y le dí una palmadita en el hombro -Tam vy idete "Ahí tienes" - aspeté.

-¿Qué?- lucía confundido -eso es ruso- afirmó

-Chico listo- respondí sarcásticamente y le mostré mi mejor sonrisa falsa

-No me hables en ruso- su voz sonaba demandante y si no fuera un chico sumiso le habría tomado en serio -Que mi madre sea rusa no significa que yo sepa ruso- le oí decir mientras se dirigía al comedor

Volví a rodear mis ojos y me dirigí al comedor detrás de él. Cuando entré ahí estaba Dana, el ama de llaves, como me gustaba llamerle porque "chacha" me sonaba algo despectivo, colocando los últimos platos del desayuno en la mesa. Drew, al verla le tiró un beso y ella comenzó a reír. No lo malinterpreten, la mujer debía tener unos 50 años por lo menos, no creo que mi sumiso y dulce primo, que no sabía ni atarse una corbata, tuviera algo con ella, a menos que hubiese sido un asalta tumbas de primera.

Tomé asiento en la mesa y Dana me regaló una sonrisa, yo le devolví el gesto con una sonrisa de boca cerrada, podía parecer un poco borde, pero es que no era una persona que sonríese mucho. Drew tomó asiento frente a mi y se sirvió unos gofres con miel de maple y mantequilla, al probarlos hizo una expresión, que, suponía que quería decir que estaban deliciosos.

Red LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora