El aprendiz de cazador

El General

—H-hola

—¡Nombre!

Dijo con su fuerte y grave voz que tenía un singular acento ruso

—¡J-Jhon Freaks señor!

Dije casi haciéndome en los pantalones

—¡Ocupación!

—¡Estudiante señor!

—¡Basta con eso de señor! , mi nombre es "General" Ian Abromovich , ex miembro elite de la inteligencia rusa , pero dime "El General" ...O lo lamentara por el resto de su vida , ¿le quedó claro señor Freaks?

—S-si , bien claro

—Muy bien , ahora parece que serás mi compañero de cuarto así que ¡bienvenido camarada Freaks! , si no te importa que te diga así claro está

–Oh, no hay problema tranquilo

Dije sorprendido de como cambiaba su personalidad tan de golpe.

—Como eres nuevo te diré las reglas camarada Freaks...

Numero uno: nada de peleas innecesarias.

Numero dos: tendrá tres comidas al día y tendrá tiempo para comer de una hora así que hasta que lo llamen no le recomiendo que salga.

Numero tres: tendrá derecho a una hora al día de gimnasio , mas lo que usted quiera hacer en su celda , le recomendaría usarla bien ya que le hará falta si quiere sobrevivir en esta prisión , no es por nada pero esta esquelético camarada.

Número cuatro: las luces se encienden a las 6:00 am y se apagan a las 9:00 pm , le recomiendo que se levante y duerma a las mismas horas para que tenga fuerzas para el día siguiente.

Y la quinta y ultima regla: sobreviva haciendo cualquier cosa que...

En ese momento llegó un guardia y dijo...

—¡Atención bloque 77, señoritas , la cena esta lista!

—¡Ya era hora! , acompañarme camarada Freaks le convendría si quiere tener su trasero intacto por un tiempo

—¿Que?

Dije sin creer lo que mis oídos escuchaban.

—Lo que oyó señor Freaks , aquí hay de todo tipo de personas en especial de los que no a visto a una mujer en décadas y empiezan a "expandir sus horizontes" si sabe a lo me refiero jaja

Dijo mientras caminábamos hacia la zona comedor.

Al llegar cogimos un plato de cartón y nos pusimos a hacer fila.

—General te pued...

—Shh.

No pude terminar de hacer mi pregunta cuando me silencio y yo solamente obedecí , cuando nos sirvieron la comida que era: algo como una masa de olor y color extraño parecido al puré y una carne de dudosa procedencia llamada "carne del chef" (la cual espero que no sea realmente de él) , lo seguí mientras que uno que otro prisionero me pasaba mano por todas partes, llegamos a un mesa que estaba llena, en el momento que nos pusimos en frente todos los de la mesa se fueron casi corriendo.

—Cielos , si que te respet...

—¡Shh!.

Volvió a callarme El General.

—En la celda hablamos , ahora come.

Me ordeno con una expresión de frialdad que podría congelar el desierto , yo solo asenti y comí en silencio mientras que la mayoría de gente nos observaba .