I. Usagi Tsukino
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No importaba que tuviese los ojos cerrados, podía sentir la fuerte y cegante luz blanca que golpeaba mi rostro sin ningún pudor. Sabía que no era el sol, pues no sentía el calor del mismo, pero en lugar de ver oscuro como debería con los ojos cerrados todo se veía de un tono blanco que me estaba molestando. Me pregunté donde estaba, y como por arte de magia, comencé a escuchar voces a mi alrededor. No podía moverme, ni abrir los ojos, pero podía escuchar gente hablando sobre...¿Usagi? ¿Quién es esa Usagi? ¿Quienes son ellos hablando? No podía reconocer ninguna voz, mucho menos ningún nombre que ellos estaban mencionando. Solo sabía que eran nombres de hombre. Entonces, luego de media hora de esfuerzo, logré abrir mis ojos. Algo entrecerrados, pero mejor que nada.- ¡Ha despertado! Llama al doctor.
Tuve que pestañear varias veces para acostumbrarme a la luz que casi no me dejaba abrir bien los ojos, luego mirando confundida toda la habitación. Estaba en un hospital, pero, ¿Por qué? ¿Quienes eran esas personas conmigo? ¿Por qué...no recordaba nada? Mi vista se nublo, estaba abrumada por todas las preguntas que mi cerebro comenzaba a hacer una tras otra, preguntándome donde estaba y como había llegado ahí. Aún así, trate de levantarme de aquella camilla, solo para ser vuelta a a poner en la misma unos segundos luego de mi intento.
- Oh, no, no deberías levantarte aún. - un hombre de algunos 60 años me dijo. Observé su ropa, por lo que pude notar que aquel era el doctor. - ¿Cómo te sientes? Me imagino que debes tener preguntas.
- ¿Dónde estoy? - fue lo primero que pregunte, como si no lo supiese ya. Estaba en un hospital, pero ¿Quién sabe? Tal vez solo estaba alusinando- ¿Quién...soy?
El doctor abrió los ojos con algo de sorpresa, y la pareja en la habitación también lo hizo. Al parecer, ellos dos me conocían, si no no hubiesen tenido aquella reacción ante mis preguntas; parecían asustados, preocupados y algo heridos por qué no sabía dónde estaba o quién exactamente era.
- ¿No recuerda nada? - preguntó la mujer de cabellos morados, tomando la mano de quién supuse que era su esposo, un hombre de cabellos negros. - ¿Cómo puede ser? Dijeron que la probabilidad era casi nula.
Inexistente. Justo como mis recuerdos en ese momento, y no solo de ellos o de como termine allí, pero también de mi misma. ¿Quién era yo? ¿Por qué no podía recordar nisiquiera mi propio nombre? ¿Acaso había olvidado toda mi vida? ¿A todos lo que eran importantes para mi? ¿Eran ellos personas que debía recordar?
- Señora Tsukino, estos casos no son tan comunes pero suelen suceder. Su hija sufrió un fuerte golpe en la cabeza, y como les habíamos dicho, había una probabilidad que algo así sucediera, pero no deben preocuparse. Haremos algunas pruebas. - habló nuevamente el doctor hacia la mujer, a la cual se le habían nublado los ojos con lágrimas que no dejó escapar.- Ella debe tener sus recuerdos devuelta en algún momento.
- Disculpen. - interrumpí la conversación, ladeando la cabeza.- ¿Podrían decirme que sucede? ¿Por qué no recuerdo nada?
El doctor me observó, asintiendo. - Lo siento, claro. Soy el doctor Furuhata, y tú eres Usagi Tsukino. Ellos son tus padres, y estás en el hospital. En unos minutos una enfermera vendrá por ti para hacerte un chequeo y luego algunas pruebas, mientras tanto, dejaré que tus padres hablen contigo.
Él me sonrió, pero fue una sonrisa que le das a alguien que conoces. Supuse que debía ser mi doctor predeterminado, aquel que veía siempre, y que por eso debía saber de mí. O tal vez, llevaba demasiado tiempo aquí y él ya me conocía lo suficiente para darme aquella sonrisa.
- Mi pequeña. - la señora Tsukino, mi madre, se acercó a mí y se sentó a mi lado. - Yo...yo soy tu madre, Ikuko Tsukino. Él es tu padre, Kenji Tsukino, y afuera está tu hermano menor y tu hermana gemela, Samuel y Kurai.
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Amor Olvidado
FanfictionAcercarse a ellos podía traerle dos cosas; el amor de su vida o la persona que le hizo eso. Ella no sabía que pudo haber causado que la secuestran y tratarán de matarla, pero Usagi estaba segura de que uno de esos chicos diciendo ser su novio había...