MI BILLETERA

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"Al fin y a cabo, ¿qué es la lectura sino un vicio como la bebida,
la lujuria o cualquier otra forma de excesiva tolerancia para con uno mismo?"
- Aldous Huxley -

Yanny llegó a mi casa muy caliente, tocó el timbre y al ver la pepita timbral se tocó los pezones por reflejo, para ver si estaban listos, mientras esperaba impaciente detrás de las rejas como una leona en celo. Ella solamente venía a demostrar que no quería ser tildada como una mujer arrugona. Se retocaba los labios con su avasallante carmín, sobre ese vestido negro, ajustado y escotado de mujer, de mujer en pleno cautiverio dispuesta a dejarme la boca abierta...

Aquellas rejas frías las frenaron, hasta que sus pechos sintieron el frío de los hierros y se le pararon los pezones y entonces sacó su teléfono de alta gama y puso en el SMS:

"Llegué cinco minutos antes, abrime,
aún deseas vivir un final feliz, ¿o no?
Y te recuerdo que no se hace esperar a una Dama,
¡ábreme ya! o parece que el que arrugó al final fuiste tú..."

A los pocos segundos abrí la puerta y salí recién bañado, con mi bata celeste, con una mirada seductora de Brat Pitt y una sonrisa de Alcapone, irresistible dirían las más sensuales que mi encanto traspasaba hasta las rejas... Y con cuerpo en las palabras de mi voz le dije:

-¿Yanny, estás lista para pasar al castillo del placer? ¿Aún estás a tiempo de salir corriendo tras las 50 sombras de Gray...- Y ella, se metió el dedo en la boca carnosa y dijo:

-Mirá que te voy a vaciar en todos los sentidos papito...- Sonreí y me amigué con el perfume que quedó impregnado entre los barrotes sobrecalentados...

-Pasa nena, yo te voy a enseñar a arañar los azulejos, las sábanas y vas a aprender que el agua no se mastica y lo peor es que me vas a pedir más a los gritos que deseas repetir conmigo todo lo vivido.. ¡Te lo advierto!.- Y ella dijo:

-"Perro que ladra no muerde" , papito, mira si te me quedas dormido, luego... Pero ya te voy a morder todo para que no te olvides de quién es Yanina Quinteros... Además, te advierto que no vas a poder dominarme ni hacerme tu sumisa porque soy rebelde desde niña...- Entonces, le extendí mi mano señalando la entrada con una gran reverencia a la alteza...

-Pase Madam...

Acto seguido, puse candado a la reja de la entrada. Ella, miró las cámaras de seguridad, se acomodó un busto y memorizó la salida, revisó su cartera para ver si llevaba cargada la picana eléctrica china. Ingresó sin miedo y sin titubear haciendo sonar sus tacos agujas escalón por escalón junto a la minifalda mezquina...

Y minutos antes que suba a las escaleras del placer le dije:

-¿No prefieres entrar al baño primero?... Y rocé suavemente sus pezones parados con mi pecho y suavemente agregué:

-Hubo una amante que en plena acción se me orinó encima mio...- Pero, ella contestó:

-Papito, mejor trae jugo o Fernet que vas a necesitar reponer muchos líquidos, después que te ponga mis manos encima ...- Y subimos sin prisa al quinto piso, pero en el segundo piso, no aguanté más y le metí la mano entre sus piernas para ver su temperatura vaginal:

-Mamita, ya venís muy desesperada, y eso que no te metí mi...

- Abrió los ojos con disimulo, deseosa por llegar a la cima...

-No te ilusiones, si se me da la loca, tampoco no va a pasa nada si no quiero por más que esté a punto caramelo- Y entre cada escalón y descansos:

-¡Yanny tenés un culo de 23 quilates...- Y sin respuesta:

-¡Qué lindas curvas!- Y volviendo a insistir:

-¿Estás segura de que deseas que te haga mía por cinco horas?- Le dejé picando la bocha... Y:

-¿Vas a hacer mi sumisa? ¿O yo tu esclavo sexual?... Estoy bien bañado como a ti te gusta...

Finalmente en un gran descanso le besé suavemente su cuello y al oído le susurré:

-Hubo una mujer que no se quiso ir de mi cama y se quedó en mi habitación tres días seguidos pidiéndome más y más la insaciable...- Menos mal que ya inventaron la app "Pedido ya" porque te traen comida y bebida...

Entonces, Yanny bajó inmediatamente la mano coqueta para ver mi perchero como estaba. Y tocó suavemente y connotó lo duro que estaba y me dijo:

-Qué dura que está, papito, así me gusta que esté bien dura y tiesa...- Y sonriente respondí:

-Yanny, yo únicamente deseo qué me leas mi último cuento erótico como este susurrándome a mis oídos y eso duro que tocaste ¡es mi billetera!...

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