Demian ™ ( Tal Vez No Sea Una Historia De Amor)

"los dias raros"

**Capítulo con experiencia musical**

Sé que hasta ahora solo se ha mostrado una Marisa pacífica, pensante y controlada. La realidad es que era una mezcla pero mi autocontrol ganaba.

A menos que me pusieran a prueba. Me fui a Boston junto a Demian y una Edith muy lastimada. Pero no me importó.

Aplicando la ley de Murphy, nos tocó en el mismo edificio, el mismo apartamento. ( yay) supongo que lo arregló.

Mi camino por esa universidad, estaba enfocada en la economía, números y más números , hasta que se corrió la voz de mi habilidad con las cuerdas.

Conocí a gente extraordinaria, menos elitista que en Escocia, más relajada y amistosa. Había de todo, pero aquí eran más...relajados.

Sin embargo no pasaron ni dos días y ya tenía sobrenombre "Posh". Por mi manera de vestir. No era al estilo Jackie O. Ni vivía vestida a la Chanel o Burberry, es más recuerdo llevar solo el abrigo y una mascada Hermes. Lo demás lo iría comprando allá conforme llegará el invierno.

Era por la forma de caminar, y mi ropa, así me educó mi mamá. Cabello bien recogido, maquillada siempre ( por lo menos las pestañas) la boca pintada, oliendo rico y mi papá, la ropa sin arruga alguna y zapatos lustrosos.

Jeans? A menos que fuéramos al campo, y amaba usar tenis, pero otra filosofía heredada, jamás debes estar de tenis en tu presentación diaria.

Y muchas reglas más , pero la "programación" fue desde que nací, así que no era complicado recordarlas.

Fui despiadada con Edith con respecto a Demian, le restregaba lo que teníamos. Sabía que había ido al funeral de la abuela de Demian, por acompañarlo y demostrarle cuanto le importaba. Y Demian la dejó ir porque temia llegar y no encontrarme ( señal de alerta).

Conocí la cara del nuevo Demian universitario, practicaba fútbol americano, ( como le dicen) y si no iba a uno de sus partidos, vivíamos un drama de exactamente 1:35minutos, hasta que se le bajaba el enojo, ( si lo medi).

A fuerzas me quería en sus prácticas y yo aprovechaba desde las tarimas, leer y leer, todo lo que debía estudiar.  Se le dislocó el brazo en una jugada y yo ni me enteré hasta que hizo grito desde el campo, ¡ Marisaaaaaa! Levanté la vista y lo vi tendido en el piso. Corrí a su lado, y juntos fuimos a emergencias.

Con su brazo puesto en su lugar de nuevo, todo inmovilizado, quise bromear con él y tal vez fue el efecto de sus sedantes , la morfina o algo, pero...

- Marisa, ¿ Yo no te importo verdad?

- ¿ Empezarás de nuevo?- contesté

- no me viste cuando me lesioné...

- ¡¡estaba estudiando!!

- pero ese es mi tiempo...

- Ozz, tengo deberes.

- soy un tonto posesivo ¿ No es así?

- solo eres muy sensible, Ozz.

(...)

En el invierno, mis papás , sus papás y sus abuelos nos reunimos en Inglaterra.

Mi relación con sus padres siempre fue fenomenal, sus abuelos, del lado paterno...uff...no mucho.

Lo explicaré lo más breve posible, persas, pensaban que yo también lo era, otra creencia religiosa, muy adinerados y muy excéntricos, odiaban que fuera judía. En específico su abuela, por qué no se comparaba a la recién fallecida Helen.