𝙔𝙪𝙖𝙣𝙛𝙚𝙣 - 𝙃𝙮𝙪𝙣𝙢𝙞𝙣

12

Jackson saboreó sangre cuando Mark lo golpeó en la mejilla con una expresión de ira en su rostro, lejos de todo el mundo. Minghao no estaba con ellos, para fortuna de ambos, sino que estaba junto al resto de niños en el lugar siendo cuidados por dos profesores para que así interactuaran entre ellos a pesar de todo.

Mark le escupió, asqueado.

―¿Creías que no iba a darme cuenta? ―gruñó Mark furioso―. Soy tu maldito omega, Wang, y eso significa que estoy conectado a ti. ¿Creías que no me daría cuenta de tu corazón acelerándose cuando ves a SeungMin?

El alfa bajó la vista cuando llegó la segunda bofetada en su mejilla mientras Mark comenzaba a sollozar, sus hombros sacudiéndose por el llanto.

―Te odio ―escupió Mark―, fingiendo que todavía me amabas...

―Te quiero ―dijo Jackson con seriedad―, te lo prometo. Esto por SeungMin es una estupidez, tú eres mi omega, eres a ti a quien amo.

Mark dejó salir un bufido de burla, sacudiendo su cabeza con incredulidad.

―¿Sabes qué es lo peor? ―dijo Mark―. Que SeungMin no tiene la culpa de nada, sólo has sido tú el... el idiota que se ha enamorado mientras yo...

―Mi amor...

―¡Vete a la mierda!

Mark se volteó, marchándose de allí con paso enojado, limpiando su rostro furiosamente, y Jackson no le siguió porque sabía que el omega sería capaz de darle otro golpe.

Acarició su mejilla adolorida, siendo consciente de que se merecía todas esas bofetadas porque lo que había hecho era imperdonable: no sólo se había acostado con SeungMin para ayudarlo con su celo sino que también generó sentimientos que rozaban lo romántico, y eso, en definitiva, era cruel y vergonzoso, en especial porque fue durante la época en la que Mark no estuvo por cumplir con esa horrorosa condena que le habían impuesto.

Mark se había dado cuenta antes que nadie, por supuesto: Jackson había dejado de visitarlo todos los sábados, hablando poco sobre lo que ocurría y evitando mirarlo a los ojos. Y cuando llegó con el olor a celo de SeungMin encima...

Antes de ese encuentro, por su buen comportamiento, dejaban que las visitas fueran en el comedor, sin una ventana de por medio, pero Mark había enloquecido y se lanzó a golpearlo, dejando su mejilla rasguñada y sangrante por la herida que alcanzó a hacerle, y desde ese día le prohibieron a Mark aquellas visitas, teniendo que ver a la gente que le visitaba sólo por medio de un ventanal y un teléfono.

Jackson sabía que Mark estaba alejando a SeungMin a propósito y algo dolía en su interior porque antes de eso ellos dos fueron buenos amigos. SeungMin fue a cenar muchas veces a su casa cuando lo invitaban en las fiestas como Navidad o Año Nuevo (sobre todo cuando Jackson se dio cuenta de que SeungMin pasaba aquellas festividades sin compañía alguna porque no tenía a nadie allí), fue una de las primeras personas en enterarse del embarazo de Mark, estuvo a su lado cuando fue el día del parto y conoció a Minghao desde el día que nació, cuidándolo con dedicación cuando ellos salían a cenar o querían pasar un tiempo juntos.

Él sabía lo mucho que les dolía, tanto a Mark como a SeungMin, toda esa situación, pero no sabía cómo arreglarlo.

Ni siquiera sabía cómo ahogar esos tontos sentimientos que tenía también, que no correspondían, que no tenían motivo de ser.

Pero SeungMin había estado cuando más lo necesitaba, cuando Mark no estaba y Minghao era imposible de controlar y cuando todo parecía ser un maldito desastre que no podía solucionar. SeungMin-

Se enderezó cuando sintió la presencia repentina de alguien.

―Te estaba buscando ―dijo Song a modo de saludo―, ¿por qué soy la última en enterarme de todo el desastre que está pasando aquí? ―parpadeó, desconcertado, y la mujer suspiró―. El hijo y el alfa de Ming, su celo...