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—¡Papá, papá, le voy a decir a mamá!

—SeungMin dijo que no te tirara por la ventana. No dijo nada sobre lanzarte por el balcón.

—¡Tío HyunJin!

—Tú sigues, JiSung. No confiaba ni en JeongIn ni en Felix porque son unos alfas idiotas impulsivos, pero tú eres el omega, la voz de la razón.

—¡Papá!

HyunJin suspiró, tirando de JeongIn hacia el interior del cuarto, alejándolo del balcón por el que había asomado su cabeza y parte de su torso cuando lo encontró, y JeongIn golpeó el suelo con un quejido, siendo ayudado rápidamente por Felix para enderezarse en tanto HyunJin limpiaba sus manos.

—Vuelves a desobedecerme —le dijo en tono calmo—, y prometo raparte el pelo, JeongIn.

El menor le miró con horror.

—¡Eres horrible! —le gritó asustado.

HyunJin sonrió con burla.

—Sí, eso es lo que dice tu madre cuando no lo dejo correrse —contestó como si nada.

—¡Papá, eres lo peor!

—¡Eso es asqueroso, tío HyunJin!

Se encogió de hombros, ignorando las protestas de los chicos frente a él, y de pronto su expresión se tornó seria. JeongIn supo que lo que le diría a continuación sería importante por lo que les hizo un gesto a JiSung y Felix, que se acercaron con rapidez.

—SeungMin tiene razón —dijo pausadamente—, deberías volverte a Corea con Felix y JiSung, Innie.

JeongIn frunció el ceño con fastidio, cruzándose de brazos.

—No —dijo—, volveré sólo con mamá. Puedes devolverte tú si quieres —agregó bufando—, pero yo no pienso regresar sin él.

HyunJin le contempló unos segundos.

—No le estás tomando el peso a tus acciones, JeongIn —le dijo—, quedarte aquí implica que algo podría pasarte, y si eso ocurre, SeungMin quedaría destrozado —HyunJin le dio un pequeño golpe en la nuca—. SeungMin no puede perderte ahora que te ha recuperado.

JeongIn le miró con lástima, poniendo una expresión de cachorro apaleado para tratar de conmover su corazón (aunque falló miserablemente, por supuesto).

—No me va a perder —replicó algo molesto—, puedo cuidarme solo, sobreprotegerme...

—Está en su naturaleza —le interrumpió HyunJin mirándolo con ojos entrecerrados—. SeungMin te ama más que a su vida propia, JeongIn, lo sabes bien —suspiró, frotando su frente—. Esto podría alargarse por meses y...

—No importa —dijo dándole la espalda—. No me iré, no a menos que me metas en una maleta.

—No le des ideas, JeongIn —dijo JiSung al ver la mirada interesada repentina del mayor.

HyunJin soltó un bufido, murmurando palabras incomprensibles por lo bajo, y asintió aunque seguía sin estar de acuerdo.

—Bien —dijo HyunJin—, haré que SeungMin te regañe entonces.

JeongIn le sacó la lengua cuando HyunJin le dio la espalda, marchándose mientras sacaba su móvil para llamar a Yongsun, y cuando estuvo sin la presencia de su padre dejó caer sus hombros.

JiSung no tardó en acercarse, abrazándolo por el cuello JeongIn, y el menor dejó que las hormonas dulces del omega lo tranquilizaran.

Felix los rodeó a ambos con sus brazos, gruñendo por lo bajo, dejándolos a ambos impregnados con su olor.

𝙔𝙪𝙖𝙣𝙛𝙚𝙣 - 𝙃𝙮𝙪𝙣𝙢𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora