capítulo 5.

396 79 10
                                    

Kiyoshi se mantiene en silencio sentado en el suelo frente a Hyuuga con solo una pequeña mesa separándolos.

—Vaya, tu habitación es más limpia de lo que creía

—Es la primera vez que vienes ¿verdad? Es raro.

—¿Por qué has faltado a clases?

—Debieron decirles, estoy enfermo.

—Yo te veo bastante bien —lleva su mano a la frente de Teppei que no puede evitar sentir un cosquilleo en su estómago y un sonrojo apoderarse de sus mejillas pero parece ser leve porque Hyuuga no dice nada al respecto —o tienes otro tipo de enfermedad.

—Es algo complicado y poco creíble, de verdad no lo creerías.

—Te estás volviendo un holgazán solo dilo.

—N-No es eso.

—Entonces dilo

Duda un poco pero era ahora o nunca, ya no le queda mucho tiempo. Cuando abre la boca para hablar llaman a la puerta de la habitación, se levanta rápidamente abriendo.

—Abuela no debiste

—Estoy bien Teppei, además tienes visita tengo que hacer algo.

—Yo pude hacerlo.

—No hagas sentir una inútil a tu abuela, Teppei —sus ojos se cristalizan.

—Nara nada abuela, lo siento, gracias por traer galletas a Hyuuga le encantarán te lo aseguro —toma el enorme plato con galletas recién preparadas y los dos vasos con leche.

—Gracias, abuela —le dice Hyuuga

—Los dejo para que sigan hablando.

Kiyoshi cierra la puerta dejando las cosas sobre la mesita y tomando asiento otra vez frente a Hyuuga.

—Continua con lo que ibas a decir —dice tomando una galleta —. Wow saben increíble.

—¿Verdad? Mi abuela tiene un buen toque con las galletas, come las que quieras.

—Gracias —toma un par de galletas y las come —¡Espera no me hagas olvidar lo de recién!

—Lo siento —ríe tontamente pero su risa y sonrisa desaparecen al instante bajando su mirada hacia sus temblorosas y sudorosas manos —. Hyuuga, conocí a una persona de la que me enamoré sin darme cuenta... La veía todos los días y me hacía feliz el simple hecho de ver su espalda aún así estuviera bastante lejos, me motivó a seguir adelante, quería estar a su lado siempre pero esa persona es muy dura y me quiere lejos o tal vez muerto —ríe.

»Me enamoré tanto de esa persona que incluso se lo dije a mis abuelos, esperaba algo negativo de su parte pero me apoyaron, dijeron que mientras me hiciera feliz está bien pero no sabían que yo nunca podría ser aceptado o correspondido por esa persona. Al poco tiempo de eso se volvió pareja de otra persona, me dolía mucho el pecho y mi garganta se hizo nudo, quería llorar pero solo pude sonreír aceptándolo porque son dos personas importantes para mí, de hecho ya me lo esperaba.

Hyuuga baja su mirada no podía ver a Kiyoshi a la cara ahora que lo entiende.

»Lo único que podía hacer era aceptarlo y seguir adelante, me dije "será fácil superarlo" "si están bien yo lo estoy", pero no fue así. Podía mentirme a mí mismo y a mi cerebro pero no a mi corazón, todos los días sentía un dolor en el pecho volviéndose difícil respirar, mi interior ardía del dolor sentía que todo de mí se quemaba, pero no quería demostrarlo. Un día de repente apareció tos, creí que no era nada de que preocuparse pero mi interior comenzaba a morir lentamente, mi garganta dolía cada vez más sintiendo agujas picar sin parar y había momentos que escupía sangre, estaba bastante aterrado porque no entendía lo que me pasaba, solo podía llorar solo y después frente a todos sonreír. Alguien me obligó a ir al hospital varias veces pero no encontraban nada raro, solo me daban medicamento y algo de reposo debido a que no dormía bien, eso no soluciono nada así que fui a un hospital más caro donde mientras esperaba no paraba de pensar en esa persona sintiéndome cada vez peor, vi a un viejo compañero que presenció el momento que vomité pétalos, enfermeras y las personas de alrededor se alejaban aterrados de ver la sangre y saliva en el suelo y esos endemoniados pétalos, me llevaron de urgencia a rayos X mientras yo seguía tosiendo sangre desesperadamente vomitaba todo sobre el balde pidiendo parar todo de una vez para poder respirar con tranquilidad. Cuando pasé al consultorio con el doctor me mostró algo que hasta el momento sigo sin creerlo, me habló de algo llamado Hanahaki, básicamente se trata de una persona pasando por lo mismo que yo, espinas y pétalos crecen en los pulmones creciendo hasta que sea difícil respirar, sube hasta el corazón llenando toda esa área llevando a la muerte. El Hanahaki nace de un amor no correspondido, hay dos maneras de evitarlo, una es con operación y el riesgo es no volver a enamorarse nunca más algo con lo que no podría vivir, la otra es ser correspondido de verdad, parece bastante ficticio pero es real.

Se hace un horrible silencio en la habitación, ninguno tiene el valor de levantar su mirada y mirar al contrario, ni siquiera hay valor para hablar de nuevo

—No lo creo, idiota, y aunque se trate de ti no podría corresponderte.

Kiyoshi muerde su labio inferior con fuerza sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos, ya lo esperaba pero es bastante doloroso.

—De hecho me da cierto asco ver a dos hombres juntos, nunca podría —alza su mirada viendo a Kiyoshi —si a la operación debes recurrir te aceptaré como mi amigo de nuevo, no esperes otra respuesta de mí.

Kiyoshi toma a Hyuuga de la chaqueta jalandolo a él pero es golpeado en el rostro.

—Un beso tampoco me hará cambiar de opinión —se suelta del agarre levantándose —enfrenta las cosas, idiota. Inventar eso sobre el Hanahaki solo para engañarme e intentar hacerme tu "novio", que asco.

La tos aparece de repente, Teppei cubre su boca con la mano para callarlo y sus abuelos no lo escuchen pero no es suficiente empeoró al instante, su vista se nubla por las lágrimas y siente los pétalos subir por su garganta aumentando el dolor tosiendo más y más hasta que estos salen de su boca envueltos de sangre y saliva. Hyuuga se asusta y no sabe qué hacer exactamente, la puerta es abierta de repente por el abuelo que se acerca rápidamente a su nieto.

—Hyuuga por favor vete, nosotros nos encargamos de Teppei

—Pero-...

—Por favor.

Sale de la casa apresurado, el aire le falta en los pulmones recordando cada segundo el dolido rostro de Kiyoshi vomitando los pétalos. Cuando cruza la calle el pitido de un carro lo hace reaccionar, se apresura en cruzar, la adrenalina se había apoderado de su cuerpo que había corrido hasta su casa sin darse cuenta. Se encierra en su habitación apoyándose en la puerta hasta caer sentado recordando nuevamente todo lo que le dijo.

—Lo siento, Kiyoshi.

No Correspondido [Kiyoshi+Hyuuga] {KnB}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora