No Correspondido [Kiyoshi+Hyuuga] {KnB}

capítulo 4

—Kiyoshi-senpai es suficiente, no puedo soportar mirarlo más en ese terrible estado —le grita Kuroko —tiene que aceptar esa operación no hay otra opción, no entiendo por qué tomarse un tiempo.

—Oye Kuroko —Kagami pone una mano sobre el hombro de su novio pero es apartada por el peliceleste.

—¡No intentes tranquilizarme Kagami-kun! Kiyoshi-senpai tiene que entrar en razón —lo mira molesto —por favor Kiyoshi-senpai.

—Lo siento Kuroko, algo que me desagrada es mirar los rostros afligidos en ustedes —lo abrazó siendo correspido, el joven se aferró a la camisa —. Por favor cálmate, yo estaré bien.

Ambos altos sientes su pecho dolor cuando escuchan a Kuroko sollozar, Kagami odia verlo llorar siente impotencia de no poder hacer mucho en ese momento.

—Ya, ya calma, a partir de la siguiente semana me verás bastante bien preparándome para la Inter High —se aparta sonriéndole para calmarlo —Kagami cuida bien de Kuroko.

—Si, Kiyoshi-senpai.

Kuroko se seca las lágrimas corriendo hacia Kagami abrazándolo con fuerza, este lo reconforta en sus brazos.

Kiyoshi nunca lo ha dicho ni lo ha demostrado pero siente celos y envidia de ellos dos, aún así desde que se enteró lo de ellos dos los apoyó bastante aunque el resto no lo sabe todavía y espera la aprobación del resto del equipo cuando se enteren.

Ojalá hubiera funcionado así para él.

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Hyuuga aunque no quería admitirlo comenzaba a preocuparse bastante por Kiyoshi, desde hace unos días a faltado y nadie sabe absolutamente nada de él en realidad, solo saben que está enfermo o eso les hacen creer porque no se lo cree en absoluto. Se ha planteado varias veces ir a su casa pero sabe que se sentiría avergonzado de admitir preocupación por el tipo que lo involucró de nuevo en el baloncesto.

—Hyuuga vayamos a comer saliendo de clases —le dice Riko.

—Lo siento tengo algo que hacer ¿Podemos hacerlo mañana?

—Entiendo... No quieres decir que vas a visitar a Teppei ¿Verdad?

—¡No es así!

—Tranquilo yo he ido a visitarlo, bueno más bien lo intenté ver ya que él mismo me prohibió visitarlo, aún así fui y su abuela con mucha pena no me permitió verlo.

—Ya veo.

—Me dices luego su estado, dile que todos lo extrañamos ¿si?

—Solo diré que ustedes, yo no ¡Ni un poco!

—Ay ajá.

Hyuuga está parado frente a la casa desde hace ya varios minutos, se siente un idiota por no poder ir a tocar el timbre, intentó ver si Kiyoshi estaba en su habitación pero tiene las cortinas cerradas, se pone en debate sobre si tocar la puerta o irse corriendo.

—¡Vamos no seas un cobarde! —se dice a sí mismo golpeado sus mejillas con la palma de sus manos.

Llama a la puerta y luego al timbre, escucha desde el interior una temblorosa voz masculina diciendo "ya voy". Abren la puerta viendo a un hombre de edad avanzada apoyándose en un bastón.

—Buenas tardes señor, lamento las molestias. Soy un... compañero de Kiyoshi, me preguntaba cómo está.

—Oh, tú debes de ser Hyuuga ¿Verdad? —una mujer de edad igualmente avanzada se acerca a la puerta —pasa, pasa, mi nieto está en su habitación subiendo las escaleras, es la única ahí.

—Gracias, con su permiso —hace una inclinación antes de ir escaleras arriba.

—Dile que les llevaré algunas galletas.

—Claro.

Con cada escalón que sube su corazón late más rápido pensando que en cualquier momento se saldrá de su pecho, sudor frío baja por su frente y sus manos sudan. Se detiene frente a la puerta golpeando levemente.

—¿Abuela? no debiste subir te hace daño —abrió la puerta.

—No soy tu abuela, idiota.

—Hy-Hyuuga...

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