extra

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YoonGi limpió de su rostro una pequeña lágrima que se resbaló por su mejilla y se colocó un cubreboca para tapar gran parte de su rostro.

Se quedó inmóvil frente a la puerta, preguntándose cómo demonios había llegó hasta ahí. Ni siquiera él tenía una respuesta concreta.

—¿Se le ofrece algo?— le preguntaron por detrás.

Min volteó para ver a quién le pertenecía esa voz y se encontró con un chico. Era un poco más alto que él y su rostro se notaba apagado, y por sus ojos hinchados era fácil darse cuenta de que había estado llorando.

—Y-yo—titubeó con inseguridad, los nervios lo traicionaban. El contrario lo miraba expectante—Soy amigo de JiMin.

La cobardía le duró hasta los últimos momentos, y no tenía el valor de decir que Jimin fue su novio, y seguía llamandolo simplemente "amigo".

Bastaron con esas dos últimas palabras para que el menor rompa en llanto. Se lo notaba demasiado débil. Más de lo que YoonGi acostumbraba a verlo.

Min no pudo contenerse más, le rompía el corazón verlo de esa forma y se acercó a abrazar al muchacho. Éste también se aferró a YoonGi y continuó llorando.

—Tranquilo, JungKook, deja de llorar—dijo acariciando la cabellera del azabache.

El mencionado levantó su cabeza y conectó su mirada con la del mayor.

—¿Me conoces?—inquirió en un sollozo.

YoonGi asintió y bajó su oscuro cubreboca, descubriendo su cara por completo.

—¡YoonGi hyung!—dijo con sorpresa y volvió a agarrarse con fuerza del cuerpo de su mayor.

Kook aún recordaba a aquél frío y pálido chico que solía ir con su hermano. Jimin nunca quiso hablarle sobre su relación, pero Jungkook nunca creyó que eran amigos, sino algo más.

Minutos después se separaron y JungKook invitó a Min a ingresar en su casa. El ambiente se sentía pesado, y para su sorpresa todo se encontraba demasiado silencioso para lo que acostumbraba a serlo la familia Park.

—¿Puedo ver a JiMin?—preguntó un tanto impaciente.

JungKook agachó la cabeza, no sabía cómo decirle a YoonGi lo que tenía para contar. Ni tampoco cómo se lo iba a tomar.

—Por lo que veo...No te enteraste ¿Verdad?—sus ojos se habían cristalizado nuevamente.

El castaño negó varias veces con la cabeza—¿Qué es lo que tendría que saber?

(...)

Ambos chicos caminaban por el césped de aquél solitario lugar. JungKook iba delante, guiando a YoonGi, mientras que éste se limpiaba lágrimas, las cuales había soltado cuando el menor no lo veía.

El azabache había conducido a Min hasta un cementerio, y ninguno decía nada mientras avanzaban por las lápidas.

Kook se detuvo en seco en un punto determinado y se arrodilló en el suelo. Aún hundido en llanto, colocó unas flores sobre un pequeño cuadrado de mármol, que llevaba el nombre de Park.

A Yoongi se le heló la sangre al ver la escena. Fue chocante asimilar que alguien con el que había estado hace pocos días ahora se encontraba en una lápida.

Saber que él había ocasionado eso sorpresivamente le rompía el corazón y lo hacía sentirse un monstruo. Nunca había imaginado llegar a tanto por un simple romance.

Ver a Jungkook destrozado sobre el césped mientras lloraba era desgarrador, incluso para alguien con una personalidad tan fría como la de Yoongi.

Don't Leave Me ➼yoonmin (short story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora