Repercusiones de una decisión inesperada

Asunto zanjado

Hola mis bellas y bellos lectores, gracias por entrar aquí. Hoy les traigo la segunda parte y final de este Two-Shot. Espero que les guste.

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Como siempre agradezco a todas las personas que leen mis historias y comentan, a las que votan, a las agregan mis historias a sus listas, a las que me siguen y a las que simplemente leen. Para todos ustedes, muchas gracias, me inspiran de cierto modo a continuar.

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Capítulo dedicado a todas las lindas personas que dejaron uno que otro comentario en mi último One-Shot: Komurasakie, Sha-Tea, ValentinaSosa522, muchitz, CarmenGloriaPinoanco, agustinamartinez46, lavalley1402 y aloneforeveramm. Gracias chicas por comentar, les mando un beso y un gran abrazo.

Giovanni_raver, también está dedicado para ti.

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es mía y la publico sin ánimos de lucro.

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Repercusiones de una decisión inesperada

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Capítulo 2.- Asunto zanjado.

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Nunca pensé que Shikadai cambiase su decisión de ser político de la noche a la mañana. Fue una noticia que me sorprendió, aunque lo que más me sorprendió esta noche fue que pidiera que le enseñara a usar el futon. Una felicidad enorme para mí, ya que aunque sabía que había heredado mi naturaleza de chakra y mi habilidad de usar el viento, no lo había puesto en práctica debido a que Shikadai había preferido continuar perfeccionándose en lo que la tradición del clan Nara le dictaba: el arte en la manipulación de sombras.

Una sonrisa altanera se dibujó en mi rostro.

—Shikadai, al fin has comprendido el verdadero poder que encierra el futon —susurré con sorna recordando el rostro de mi marido—. Seguro, Shikamaru, nunca se lo esperó.

Dejé mis pensamientos burlescos a un lado y continué deshaciéndome de mi ropa para enseguida tomar un baño.

Una vez que me bañé, sequé rápidamente mi cuerpo y me puse el pijama. Aproveché de peinar mi cabello que había quedado desordenado con la gorra de baño y enseguida me cepillé los dientes.

Salí del baño.

Apagué las luces del pasillo y con sigilo abrí la puerta de mi habitación.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente.

Shikamaru estaba despierto, seguro me estaba esperando para comentar lo que sucedió hoy.

Cerré la puerta con nula delicadeza llamando de inmediato su atención.

Sus ojos rasgados hicieron contacto con los míos.

—Te estaba esperando —espetó con un deje de entusiasmo, cosa que a mí no me extrañó. Me imaginé que era parte de las repercusiones de la noticia que Shikadai hoy nos dio.

Cerró el libro que tenía entre sus manos y volteó su rostro hacia el velador. Aproveché avanzar hasta los pies de la cama mientras él dejaba el libro sobre la mesa de noche.

Cruce los brazos.

—Así veo —le respondí con un deje de sorna una vez que volvió a fijar su mirada en la mía-, sino ya te hubiese encontrado durmiendo. Es extraño verte en la cama con los ojos abiertos.