A sus cinco años, Román encontraba el espectáculo del circo muy divertido; ese mundo mágico y tan colorido, donde todos siempre sonreían, era como traer sus sueños a la realidad. Así que el niño siempre buscaba la forma de que sus padres le cumplieran el capricho.
En cierta ocasión, vino a la región un circo, pero no era como los demás, tan solo su nombre lo decía todo "El circo de los fenómenos", esa fue razón suficiente para que los padres de Román no le llevaran esa vez. Pero ya sabemos cómo son los niños, para ellos nada es imposible, así que se escapó de casa y fue por sí mismo a ver a la mujer cabra, al niño serpiente, al hombre lobo, al niño simio y demás adefesios que se anunciaban el cartel.
Era la primera vez que hacia algo así, y tuvo que buscar una entrada alternativa ya que había olvidado traer consigo dinero para el boleto. Un payaso de mirada triste y maquillaje corrido lo descubrió husmeando; sin darle tiempo de nada, lo tomó por la fuerza, ignorando sus gritos y pataleos.
Arrastrándolo con prisa, lo llevó hasta un tráiler, que dejó salir un frío vapor al abrir la puerta. Había algunas personas dormidas sobre unas mesas plateadas.
Pronto Román cayó dormido también, al despertar... un sueño más se le había cumplido, ¡Era parte del circo de los fenómenos!, tenía una larga cola de simio, y le faltaban los dos brazos.
Lo vistieron rápidamente, y esa noche presentó su primer acto, junto al niño demonio, la mujer sin rostro, el hombre torso... su primera y única función.
El payaso estaba muy lejos de ser cirujano, solo cortaba y pegaba a su entender, no se preocupaba de infecciones o desangramiento, a fin de cuentas, en la próxima ciudad, habría más "material para trabajar".
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Creepypastas Poco Conocidos
Horror"El miedo nos gobierna. Esa es una de las herramientas de las que se valen los poderosos, la otra es la ignorancia". Y con esta famosa frase de Stephen King, te doy la bienvenida a este libro, la recopilación de Creepypastas que están ocultos en lo...