Capitulo20: ¿Emily Grace?

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― Te amo, Emy.- Susurro sobre mis labios.

¿Que le contestaría a ese ''te amo''? ¿uno igual? ¿En realidad él me amaba? Ya no sabia que pensar en realidad, el era Calum y no podía estar enamorado, Calum no.

― Te amo, Calum.-Sonreí.

El puso sus manos sobre mi cintura. Sus labios de nuevo se juntaron a mi boca.

Su boca era dulce y ardiente a la vez. Provocando estremecimientos de pies a cabeza. Tome el borde de su camiseta negra, dejando su piel pálida completamente desnuda, deposité un beso en su hombro y luego otro en su cuello.

Caricias, besos y urgente necesidad de quitar nuestra ropa. Las manos de Calum firme mientras nuestros cuerpos reaccionaban ante nuestro contacto.

Una vez desnudos por completo, Calum se tumbó sobre mi cuerpo. Las luces a mi alrededor se hicieron más débiles, solo podía concentrarme en esos ojos cafés oscurecidos y enfocados solo en mí.

Los besos de Calum dejaban rastro en mi piel y los caminos que estos seguían me abrasaban la piel. Sentí como si tan solo con sus besos y su abrazo hicieron que perdiera por completo mi voluntad. Lo quería sentir. Quería que fuéramos solo uno. Pude sentir su invasión haciendo que un calor denso creciera en mi vientre.

Su beso se detuvo por unos momentos, separo sus labios y me miro a los ojos directamente y sentí una reconfortante calidez que me envolvía. Las intensas ráfagas de su aliento entrecortado golpeaban mis mejillas. El sabor de esos labios, su tacto me embriagaban. Amoldaron sus cuerpos uno contra el otro, mientras Calum susurraba palabras cariñosas y promesas.

Allí estaba sucediendo algo, una magia íntima que tenía todo que ver con los sentidos. Y más. Mucho más. Casi como si sus almas se estuvieran fundiendo para convertirse en una sola.

La forma en que este le había hecho el amor sin duda había alcanzado el centro de su alma. Creyó que jamás lograría volver a sentir algo similar si quiera. Cada beso cada caricia quería demostrarle cuanto la amaba y la desesperación que sentía al saber que le dejaría.

Cada nervio de mi cuerpo vibró con él, y después, me sentí completa de un modo que nunca habría creído posible.

Todo se desvaneció a su alrededor y sólo quedó Calum. Me beso con infinita dulzura y sentí el temblor de sus labios. Apoye mi mejilla en su pecho y me dormí con el sonido de su corazón palpitar.

***

Necesitaba salir de la cama y correr a un baño, ya. Necesitaba un baño, mis nauseas no me dejaban en paz. Me salí de entre los brazos de Calum y corrí hasta el baño.

Después de unos minutos salí de nuevo, busque mi ropa -que ahora estaba en el suelo- y fui hasta el baño de nuevo, me di una ducha y me coloque de nuevo mi ropa. Fui hasta mi casa donde -de nuevo- mi madre me regañaría. Mierda. Nunca vuelvo a llegar tarde, y no me volveré a desmayar frente a Calum; me dije a mi misma. No sabia como podría estar la casa tan desacomodada; ¿Acaso no la había acomodado el día anterior? y claro, quizá mamá no estaba en casa.

Fui hasta mi habitación y cambie mi ropa por una más cómoda. ¿Que clase de enfermedad tenia ahora? Nadie podía decirme lo que tenia, inmediatamente las ideas vinieron a mi cabeza; embarazo.

***

Cuando mire que eran más de las 5 de la tarde, corrí hasta la casa de Calum, llame a su puerta y salio él.

― ¿Emily?.-Me miro raro.

― Calum, tenemos que hablar.-Dije nerviosa. Entre a su casa y me senté sobre el sofá mordiendo mis uñas.

La Chica RaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora