III

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-Sí que tardábamos en reunirnos hoy ¿no?- Dije -Pues la verdad es que si, no sé porque- Respondió Raúl, comenzamos hablar de cualquier tema por un rato, nada en especial, y  nuestro breve encuentro termino gracias a que nuestro descanso también lo había hecho. En este instituto tenemos 15 minutos libres entre cada clase y obviamente un desayuno pero eso era más adelante.
Esta vez Raúl y yo nos tocaban en el mismo salón, así que nos despedimos del resto.

En este transcurso pues nada raro, hablamos entre nosotros o algunos otros compañeros que estaban por ahí, jugamos algunas cosas antes de que llegara la profesora, y paso la clase, la verdad todo muy repetitivo. Antes de que llegara el desayuno faltaban dos clases, una me tocaba solo y en la otra estábamos casi todo el grupo excepto Sofía. Todo esto transcurrió normal, eran horas de clases no hay mucho que contar, hasta que llego el desayuno que paso algo un poco raro.

Fuimos al comedor, nos pedimos algunas cosas para comer y nos sentamos en una mesa cualquiera  -Marico que ganas de morir- Soltó Jack, haciendo que todos riéramos
-Que le paso a ricitos de oro para decir eso- hablo María con un tono sarcástico
-Saben la chica con la que estaba hablando desde  hac...-Antes de que terminara –Oh vamos en serio, es algo referente a una chica- lo interrumpí mientras me reía
-shuuuu, silencio Paul- volteo los ojos  y el sigue –aja como decía, esa chica parecía el amor de mi vida y de un día para otro boom, deja de escribirme, y cuando veníamos para acá la  vi besándose con alguien!- alzo un poco la voz, todos nos reímos
-Vamos por dios Jake, ¿el amor de tu vida?, cuantas veces te habremos escuchado decir eso en el tiempo que llevamos conociéndote- Dijo María aun un poco agitada por la risa
-Pero esta parecía la real- Dijo un decepcionado Jake
-Bueno añado la chica 256 a la lista de chicas que han...- antes de que Raúl pudiera terminar esta frase, se escucha un estruendo en la puerta del comedor, todos nos levantamos para ver que era, resulta que eran dos chicos que se estaban peleando, era tal la magnitud de esto que habían roto la puerta de cristal del comedor, y obviamente alguno de ellos se lastimo con algún vidrio porque en el suelo se podía ver sangre. Otros dos chicos que estaban en el comedor corrieron a separarlos junto a dos vigilantes, estaban muy agarrados así que llamaron a otros muchachos, después de muchos golpes, mucha sangre y mucho movimiento, lograron separarlos. Se lo llevaron a enfermería ya que los dos estaban muy mal heridos, mandaron a los estudiantes que estaban en el comedor a salir a los pasillos y terminar de comer ahí, todos en shock salimos y nos reunimos en uno de los pasillos del segundo piso.

-Eso fue intenso- Hablo por fin Sofía que creo que era la menos afectada, ya saben fría como el hielo
-Y que lo digas- solté –Eso no es algo que pase todos los días en este instituto, ¿qué coño habrá pasado entre esos dos para que se mataran de tal manera?- añadí
-Yo lo único que sé es que esos malditos me quitaron mi apatito y me traumaron con tanta sangre- Dijo molesta María
-Esto va a estar en boca de todos, hasta el final de día- Dijo con un tono suave Raúl, y pues dicho y hecho, estuvimos ahí un rato y lo único que escuchamos entre los estudiantes, era referente a la pelea, que si cual era la razón, quienes eran los involucrados, si los expulsaron y tal, chismes por aquí y chismes por allá, termina el receso y volvemos a los salones. Y  después de ese acontecimiento el día pasó rápido y como dijo Raúl, el tema seguía en boca de todos. Nosotros pues la verdad no nos enteramos de mucho pero más o menos así resumido es que los chicos pues tenían problemas ya que les gustaba la misma chica y uno habían visto al otro besarse con la otra, una razón estupidisima para hacer lo que hicieron aunque ni si quiera sabemos si es real.

Estábamos ya en la salida a las tres y media de la tarde, despidiéndonos y Sofía hace un rato me había dicho que me quedara con ella antes de irnos, así fue, todos se fueron y me quede con ella
-Ehmmm bueno mira- estaba un poco sonrojada, no era algo que pasara a menudo –Bueno voy ir al grano, hoy en la casa de mis padres están de invitados unos primos que no me caen bien, ¿pudiera quedarme en tu casa? que eres el único al que le tengo tanta confianza para pedirle algo así- Me sorprendí un poco, aunque ya me estaba suponiendo algo, por lo nerviosa que estaba y la ropa que le había visto en su bolso.
-Ah por eso tenías ropa en tu bolso – dije en tono divertido –Claro que puedes niña, siempre puedes contar conmigo- No era la primera vez que tenía a Sofía en mi casa sola, aunque si la primera vez después de mucho tiempo, la última vez fue hace unos 2 años.
-Gracias, vamos- volviendo otra vez a la frialdad que le caracterizaba. Fue un recorrido tranquilo, a esa hora todo estaba bastante calmado y caminar con Sofí agarrada de mi brazo lo hace más relajante, tenía esa costumbre y a mí no me molestaba. Llegamos a mi casa que ahora que me pongo a pensar en el grupo solo hay 2 personas con casa propia, María y yo, aunque a María la seguían manteniendo sus padres a distancia, todo lo contrario a mí, mi madre había muerto hace bastante y mi padre pues desapareció hace también mucho tiempo y me mantenía yo solo haciendo diseños por internet.

Y ahí estaba yo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora