Sin voz

15 1 0
                                    

No estoy dispuesta a compartir y creo me estoy enfermando,dolor interno.
Ya no quiero sentirlo. La costumbre se lo comió...

De esa semana intensiva solamente lo veía despertar o lo despertaba yo. Y mientras él se arreglaba para trabajar, yo corría como fuera a hacerle el desayuno porque me sentía parte de su vida,cómo su algo más.
Lo despedía ,conducía hacia ese lugar y lo observaba alejarse para allá ,a lo lejos con aquella seguridad de que su vida era increíble y era merecedor de todo lo que le estaba ocurriendo. Para mí,solo importaba él y para él ,solo importaba su mundo al parecer.
Él no me veía al despertar ,él no escuchaba lo que pasaba por mi mente ,él no sabía de mis preocupaciones ,ni de mis ganas por complacerlo y se perdía de complacerme a mí por pensar solo en él y en su otro lugar. No se detenía un momento a observarme ,pensé en decirle algo, pero sólo dejaba que al llegar su deseo me poseyera y se le consintiera como a un niño. Él mentía ,yo asentía ,él creía que yo le creía. Ya cuando me enfadaba,se lo hacía saber.
El no observaba cuando me quedaba viendo al espejo y cuidaba cada detalle en mi ,para lucir bonita y oler rico para él. Opciones muchas pero siempre tenía que pensar cómo lucir el cabello a diario, mis ojos dejarlos al natural ,delinearlos o maquillar mis pestañas,usar alguna base o no. A veces, me tomaba horas y en segundos lo deshacía al llegar y tomarme con fuerza o darme un beso con brusquedad y solo juguetear por deseo. Porque quizás estaba hermosa como de costumbre y todo estaba en su lugar, quizás no tan increíble como cuando me conoció o como cuando me vestía para salir con el. No se dió nunca tiempo para pensar cuanto me tomaba antes de salir a encontrarlo para verme irresistible. Y fueron miles de veces las que olvidó decirme lo maravillosa que estaba.
Los planes individuales donde yo no estaba incluida, donde su costumbre independiente nunca le dejó pensar en mi costumbre independiente y que ambos ahí teníamos igualdad. Sin embargo yo siempre pensé por dos y quizás por cuatro mas. Dejé de ser egoísta y giré mi mundo 360 grados para dar la mejor versión de mi. La que había pulido a un carbón y había salido dentro de su mismo un diamante que con el tiempo se pulió.

"Lo siento cuando me olvido de decirte que eres la mujer más hermosa del mundo. Tengo suerte de que me hayas elegido."

Alguna vez sé espero escuchar eso. Donde quizás sonreiría sarcásticamente ,puesto que ya para entonces no hubiera tenido sentido. Quizás todo ello fue producto de la costumbre.
Con el tiempo se dará cuenta de la nostalgia de ella,misma que hace tiempo apuesto no ha sentido ,por no haberse dado cuenta a tiempo de la suerte que tuvo por tenerla a su lado y de la suerte que pudo haber tenido entendiendo todo eso antes de perderla.

Palabras sin EcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora