∆ La Flor Más Bella Del Mundo∆ •Taegi•

•4•

Al día siguiente...

Había sido un largo día de trabajo para Taehyung, el día había sido caluroso y habían sido bastantes clientes para un sólo día.

Desde anoche no dejaba de pensar en el, en cada detalle de su ser, amor a primera vista, pensó Taehyung.

Había llegado la noche, su cuerpo sudado le hacía imaginarse a YoonGi y a el tomando una ducha en la tina de su casa.

Imaginarse a YoonGi tratando se sostenerse de los mosaicos de la pared lo ponían mal, hasta el pensaba que esos tipos de pensamientos eran extraños, por que apenas conocía a YoonGi.

Alguien se asomó por la puerta de su cuarto donde se tomaba sus ratos de relajación cuando aún no abría el local.

-Era linda, pero no tanto- Se quejó su amigo con la apariencia casi igual, por los tatuajes excesivos en su piel, llamado Jungkook, que se asomaba por la puerta, notando la ereccion de Taehyung.

-No es por ella, es que...- Taehyung cubrió su erección con el primer cojín que encontró de el sillón, hacían referencia a la chica que había estado minutos antes en el local.

-¿Es por el chico "virgen" de la otra vez?- Jungkook tomó un cigarrillo y lo encendió mientras se sentaba al lado de su amigo, haciendo énfasis en la palabra "virgen".

-¿Te refieres a la piel, no?-Dijo Taehyung sin entender que Jungkook estaba jugando con el doble sentido de la palabra.

-Si, deberías de tatuarle de nuevo, tiene una piel muy linda.- Jungkook sonrió mientras le extendía el cigarrillo a Taehyung, éste, lo tomó y empezó a fumar.

-Solo vino por un tatuaje Jungkook, no se le ven ánimos de tener la piel como yo.- Tae sonrió mientras fumaba.

El par estuvo una media hora ahí, fumando y bromeando un poco, hasta que no vieron llegar más clientes y decidieron dejar el local.

Jungkook se fue primero, Taehyung empezó a cerrar el local, y cuando se agachó a poner los candados a la cortina, unos pasos se aproximaban hacia el.

Taehyung levantó su mirada, esos ojos se le hacían conocidos, era Min YoonGi.