Capítulo 1:El típico lunes que tanto odiamos.

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No saben cuanto odio los lunes, pero vamos todo sea por cumplir mis sueños, siento que mis ojos arden por la claridad del sol, mi alarma no deja de sonar y eso me indica que ya llego el día. Hoy comienza este gran viaje para mí en el que tanto me han apoyado mis padres. 

– Vamos Eli, debes levantarte o llegaras tarde en tu primer día.―Escucho gritar a mamá desde la cocina. 

Con pereza me levanto de la cama por que tengo que empezar a arreglarme, me cepillo mis dientes, me baño y me cambio. Hoy usare algo sencillo, me gusta vestirme bien pero no me gusta verme como las típicas barbies que usan el rosa en exceso. 

Estaba en mi tocador peinando mi cabello, cuando miro a mi mamá en la puerta. 

– ya mamá ahora bajo, ya estoy lista.– le digo dándole una sonrisa de buenos días.

– No cariño esta bien, solo quería desearte buena suerte en tu primer día.–dice acercándose a mi y dándome un beso en la mejilla.– Te ves hermosa, baja ya que el desayuno esta listo.–dice acariciando mi cabello. 

Dejo las cosas en mi tocador y rápidamente ordeno mi cama tomo mi mochila y mis libros para bajar, aunque no lo crean soy muy desordenada pero hoy presiento que va a ser un día genial. Y será mejor no enojar a mi madre tan de mañana. 

Rápidamente bajo las escaleras y me acerco a la cocina, pero no veo a mi madre así que abro el refrigerador y me sirvo un poco de jugo, cuando miro a mi padre bajando con una sonrisa. 

– Hola princesa, buenos días–dice dándome un beso en mi frente, lo miro que sale de la cocina a para ir a la mesa. Cierro el refrigerador y me siento en la mesa a tomar mi jugo. 

 – Hola papá buen día, ¿Cómo amaneciste hoy?–digo tomando de mi jugo.

– Bien princesa.–dice tomando mi mano y dándome un beso con una gran sonrisa. – ¿Lista?– dice viéndome con sus ojos brillosos y llenos de alegría. 

– Claro que si papá, aunque no te voy a mentir que estoy un poco nerviosa.– 

– Lo sé mi niña, ya veras que todo te saldrá bien.– dice viendo su reloj.– Eli debo pedirte algo– dice viéndome a los ojos para que yo le preste atención.– Yo sé que te esfuerzas mucho por lo que quieres y eso me llena de orgullo como padre, y sabes que nosotros te apoyamos en lo que quieres pero pienso que hay momentos en los que tendrás que darte un descanso por que eres joven y tienes que disfrutar de tu juventud. A nosotros nos gusta mucho que lo haces por qué sabes lo mucho que a nosotros nos ha costado el sacarte adelante y darte todo lo que te mereces, nosotros no te obligamos a que estudies las 24 horas del día, por favor sé lo difícil que es esta carrera pero tampoco te explotes a ti misma, sal con tus amigas cuando quieras pero tampoco vayas a descuidar de tus estudios.–lo veo darme una gran sonrisa y un gran abrazo.

– Esta bien entiendo lo que dices papá, pero no te prometo nada en que me divertiré como tu lo dices, pero sabes muy bien que necesito estar concentrada y estudiar mucho para ser la próxima Dra. Brown.–digo dándole muchos besos y levantándome para lavar mi vaso. 

– Claro princesa de eso no tengo duda, sé que así será.–dice viéndome lavar mi vaso.–oye Eli, podrías ir a buscar a tu mamá dile que llegare tarde. –Dice preocupado viendo la hora en su reloj. 

 – No te preocupes ahora mismo la busco.–digo con una sonrisa, cuando escuchamos que alguien cierra la puerta principal.–oh debe ser ella –digo secándome las manos con una toalla. 

–Lo siento cielo, es que me quede platicando con Don Bernard, el señor de las frutas y las verduras–dice ella apurada poniéndole el desayuno a mi padre. 

Fuiste algo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora