Capítulo 10

3K 336 64
                                    

Narra Mina.

Estaba en mi cuarto con Sana, Nayeon y Mark. Los llamé ni bien llegué a casa ya que me sentía tan contenta que necesitaba decírselo a alguien.

—...Entonces dijo que sentía lo mismo que yo y me pidió ser su novia. Y acepté —Acabé mi relato.

—Vaya... quién diría que Son estaba muerta contigo y solo se hizo la difícil todo este tiempo para llamar tu atención —dijo Sana.

—Ya se los había dicho antes, nadie puede resistirse a mis encantos. Era obvio que solo fingía desinterés en mí.

—Es verdad. Supongo que son los caminos misteriosos de la vida, nunca sabes con qué te puedes encontrar ni cómo son realmente las cosas —No si Mark "El pensador"—. Tienes razón Mina, nadie se resiste a nuestro encanto. Me pregunto si también le gusto a Taemin.

—Son sabe aparentar muy bien. Eres brillante Mina, siempre lo supiste. No sé para qué te di tantos consejos inútiles si ya la tenías a tus pies.

—Cierto, si fuera hetero te besaría ahora mismo —Me aplaudió Mark.

—Lo sé, lo sé, ya chicos, dejen de halagarme o me sonrojaré jaja —"Qué humilde soy"—. Soy tan irresistible.

—Jaja... Bueno, me dió sed. Mark ¿me ayudas a revisar la cocina?

—Ookay.

—Ni busquen alcohol porque no hay —Les avisé antes de que salieran del cuarto.

Sí bebíamos alcohol pero generalmente solo lo hacíamos en las fiestas. Obviamente mis padres no lo sabían. De todos modos ya cumplí dieciocho hace meses, no tiene nada de malo ¿o sí?

—¿Con qué fue? —Joder, casi doy un salto del susto. Me había olvidado de la presencia de Nayeon.

—Con qué fue qué —Le respondí sin entender. Ella solo siguió pintándose las uñas en mi escritorio.

—¿Con qué la chantajeaste?

¿Eh?  Pero ¿cómo...?

—No sé de qué hablas —Me senté relajada sobre mi cama.

—¿Crees que soy tonta? —Me miró— Sana y Mark  pudieron haberse creido esa historia barata pero a mí no me engañas. Dime, ¿con qué la chantajeaste?

—Já, yo no chantajeé a nadie.

—Te conozco como si yo misma te hubiese parido. ¿Me vas a decir que un día la duende simplemente se despertó, fue iluminada por la rosa de Guadalupe con vientito incluido, se enamoró de ti y fin?  Vamos, habla.

Diablos. ¿Acaso tiene un sexto sentido o qué?

—Bu-bueno. ¿Por qué crees que la chantajeé?  Qué locuras dices...

—Veamos... No la amenazaste, tampoco acudiste a las Negrorosa y tampoco tienes una enfermedad terminal. La tuviste que haber chantajeado, no hay de otra.

Joder.

Ahora qué le invento.

Le dije a Chaeyoung que no le dijera a nadie sobre el tema y a cambio prometí que yo haría lo mismo. Eso implicaba a mis amigos. No podía decirles nada al respecto y menos a Nayeon.

—O-okey yo-

—¡Lo sabía! ¡La chantajeaste! —Se levantó entusiasmada.

¡Maldición!

—¡Shhh! Cierra la boca o los demás te oirán.

—Okay, okay... —Se calmo y se acercó con aires de chusma —Vamos, dilo.

—¿Qué quieres que diga?

—Cuenta, ¿cuál es el secreto?

—No voy a decírtelo Nayeon. Ya es suficiente con que sepas lo del... chantaje —Bajé la voz.

—Ay, no voy a decírselo a nadie.

—Por supuesto que lo harás, yo también te conozco muy bien. Y no le menciones a nadie este asunto ¿Entendiste?

—Mmm... Tiene que ser algo grave para que la duende acepte no solo salir contigo, sino ser tu novia. Lo averigüaré.

—No Nayeon.

—Si no me lo dices tú... tendré que preguntárselo a ella.

—Ni se te ocurra ¡Eres una-

—¡Es un chiste! No te atrevas a insultarme perra.

—Es tu culpa por asustarme. Idiota.

—¿Idiota?  Habla la que se puso de novia con un frijol.

—Cállat-

—¿Qué sucede? —preguntó Mark entrando con dos potes de helado.

—NADA —respondimos al mismo tiempo.

—Uhm... Qué sospechoso.

—Sospechoso tu abuela ¿Dónde está Sana? —habló Nayeon.

—La vinieron a buscar y se fue.

—¡¿Y no se despidió de nosotras?! ¡Qué hija de...

—¿Quién no se despidió? —Entró Sana.

—Mark, él dijo que te fuiste y te llamó hija del demonio por no despedirte. Qué mal amigo eres Mark, eso no se hace.

—¿En serio?

—Yo no dije eso, solo dije-

—¿Lo ves?  Mark discúlpate con Sana.

—Sí, discúlpate conmigo Mark, se supone que somos amigos y no debemos hablar mal de nosotros a nuestras espaldas.

—No me disculparé, yo soy el único inocente aquí. De hecho cuando vine Mina y Nayeon se callaron sospechosamente y no quisieron decirme de qué hablaban.

—¿De verdad?, ¿de qué hablaban Nayeon?, ¿cuál es el secreto Mina?

—¡Qué les importa!

—¡Ya cállense perras locas o los corro de mi casa! —Les grité— Mucho ladrido pero nadie me pasa un pote de helado. Dicen tantas tonterías juntas que ya me duele la cabeza.

—A mí no me callas novia de chucky —dijo Nayeon.

—Sana, Nayeon iba a llamarte hija del demonio antes de que entraras.

—¿De verdad Nayeon?

Y así empezamos otra "discusión" que terminó en una guerra de almohadas. Nos tranquilizamos cuando nos dimos cuenta que nockeamos a Mark y no se movía. Media hora después, cuando recuperó el conocimiento, me despedí de ellos y se fueron.

Debía confiar en que Nayeon no abriría su bocota. Igualmente me había dado su palabra, ah no, esperen, no me dió su palabra. Bueno, más le vale no ser tan curiosa.
Por otro lado, tenía muchas ganas de llamar a Chaeyoung pero no había pasado ni siquiera un día. Si lo hacía iba a verme muy desesperada. De todos modos la vería mañana.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐌𝐲 𝐁𝐨𝐨...! (𝐌𝐢𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora