Esquizofrenia | Choi Youngjae

U N O

Se levantó muy desconcertado y mientras se sentaba en la cama por un momento, empezó a escuchar pasos por todo su habitación, seguido sintió un frió que iba desde el cuello al final de la columna, sentía una sensación de que alguien estaba detrás de él, pero sabía que no había nadie.

¿Haz sentido esa sensación de que cuando estás solo alguien te observa y sabes que no hay nadie más solo estás tú?

Bueno así se sentía, creía que alguien pasó de estar detrás a estar frente de él, tenía miedo de alzar la miraba porque sabía que se iba a encontrar con algo espantoso pero aun así tomó valentía, alzó su mirada y pudo notar aquellas figuras sin rostros que comenzaron a emerger de la maleza, el cuarto fue transformándose lentamente en un bosque denso y oscuro, una fina lluvia festejo durante toda aquella noche su llegada a el.

¿Quienes eran aquellas personas que aparecían reflejada en el espejo?

Aquellas figuras sin rostro comenzaron a interrogar su mente de forma extraña y dolorosa. Movían sus manos a su voluntad, una voluntad carcelera de su deseos.

Eso lo asustaba tanto, que por eso intentó correr pero unas ramas de los arboles lo tomó de los tobillos y lo jaló adentrándolo más al oscuro bosque, intentaba gritar pero su voz no salía, era como si se hubiera quedado mudo. Giró su cabeza a la izquierda y pudo ver una figura esquelética comiéndose un pequeño conejo, lentamente aquello que estaba presenciando sus ojos fue levantando la cabeza y posó sus ojos en él, su esquelético rostro fue enmarcando una escalofriante sonrisa, en sus dientes tenían pedazos de carne de aquel pequeño animal que había devorado. Poco a poco aquello fue levantándose y empezó acercarse a él a paso lento.

Mientras se acercaba detrás de aquella horrorosa figura salían otras más parecida a ella que lo miraban fijamente y se reían de él. Su respiración se aceleró que creía que en cualquier momento su corazón iba a salirse de su pecho. Intentó nuevamente correr pero no podía empezó a patear aquellas ramas para lograr soltarse, cuando por fin pudo se arrastró por el piso llenándose de lodo, miró por todos lados buscando una salida y pudo ver la puerta de su cuarto. Tomó una bocanada de aire, se levantó y empezó a correr con todas sus fuerzas, mientras lo hacia aquella puerta se alejaba cuando él estaba cerca de esta.

Cuando llegó a la puerta empezó a mover el pestaño para abrirla pero no lo lograba. Quería salir de ese lugar, no quería que eso lo atrapara. Pero algo malo sucedió. Escuchó una pequeña risa que decía su nombre y el sonido de unas llaves, deseó que fuera su amigo Jackson o HaeNeul, pero cuando la madera crujió sintió una leve respiración cerca de su oído, supo que era aquella figura que estaba detrás de él, giró su cuerpo para ver que era y aquello que lo aterraba tanto, estaba muy cerca de él, cerró fuerte sus ojos e intentó abrir la puerta y esta se abrió.

Empezó a correr por aquel oscuro pasillo y de la madera de las paredes empezaron a salir sombras que intentaban agarrarlo. A cada una de ellas logró esquivarla y cuando sus piernas no daban para más, cayó de rodillas frente a una puerta mientras sollozaba. Escuchó cómo la puerta se abrió, y vió una pequeña figura femenina. Era HaeNeul. Pudo oír su voz suave preguntando si era él. Llegó lentamente a él, lo miró asustada se acercó rápidamente, y lo abrazo.

— Todo esta bien, Youngjae... —dijo suavemente intentándolo calmar.

Él suspiró con tranquilidad.

Todo aquello había terminado.

Estaba a salvo.