Esquizofrenia | Choi Youngjae

S I E T E

HaeNeul y Youngjae hicieron una competencia para ver quien bajaba más rápido las escaleras, ella le ganó al llegar al final de estas, alzó sus brazos victoriosa y movió sus caderas mientras se burlaba de él y Youngjae solo se reía. Los padres de él se habían ido a trabajar y les habían dejado comida en la mesa, él no quiso comer solo se tomó un vaso de agua la cual le supo a hierro, le desagrado tanto que la terminó botando.

Después de haber pasado un rato juntos, ella se fue al momento que llegó Jackson despidiéndose de él.

— ¿Cómo estuvo tu día? —preguntó Jackson sentándose en el sillón de la sala.

— Bien, estuve toda la mañana con HaeNeul. —respondió sentándose en frente de él.

— ¿Tomaste tus medicamentos? —lo miró para luego volver su mirada al teléfono.

— Sí, lo hice... —habló firme.

— Jaebum y Jinyoung te mandaron saludos. —acomodó su camisa.

— Dile que igual... —se levantó y empezó alejarse.

— ¿Youngjae, tu novia se quedará hoy en casa? —el mencionado detuvo su paso y giró a verlo.

— No sé... —dicho eso subió rápidamente las escaleras y entró a su habitación.

Al entrar a está empezó a buscar el pequeño frasco de pastillas y no podía encontrarlo en ningunas de las gavetas. Se estaba frustrando y maldecía mentalmente. De pronto escuchó una pequeña risa cerca de él pero decidió ignorar aquello. Odia el echo que eso que tanto le jodía la vida apareciera a cada rato para atormentarlo o jugar con su mente. Nuevamente volvió a escuchar esa misma risa seguido de pequeñas y agudas risillas.

Pudo sentir un empujón que hizo que la mitad de su cuerpo golpeara la mesa de noche. Él gruñó enojado y giró su cuerpo para notar como en un extremo del cuarto se creaba un pequeño remolino que se llevaba gran parte de sus cosas. Aquellas sombras empezaron emerger de la madera y se acercaban a él, esta vez era muchas de ellas, algunas no tenían ojos o la mitad de sus extremidades. Intentó alejarse pero su cuarto inmediatamente se convirtió en un laberinto el cual tenia algunos cadáveres en descomposición. Le pareció tan asqueroso que su estomago se le revolvió, todo el piso tenía rastros de cuerpos que se estaban pudriendo y algunos de ellos tenían gusanos muy grandes.

— Lárgate... —gritó con todas sus fuerzas.

"Bienvenido" —dijo una de ellas sonriendo.

— ¡Déjame salir! —intentó correr pero le fue imposible.

"Encuentra la salida" —habló entre dientes.

"Si lo haces serás libre" —comentó esa figura sin brazos.

Jackson empezó a escuchar fuertes golpes en el piso de arriba seguido de risas. Tomó su celular y llamó a sus amigos. Empezó a subir las escaleras y notaba como estas se movían, se sujetó de los extremos y llegó al final, caminó a paso rápido por el gran pasillo y un gran viento frio se hizo presente tumbando aquellos cuadros que estaban en la pared. Se asustó un poco y pudo notar como unas luces emergían debajo de la puerta del cuarto de Youngjae.

— Youngjae, abre la puerta. —gritó fuerte intentando abrir la puerta.

Escuchó pasos detrás de él, giró su dorso para ver quién era, se acercaban corriendo HaeNeul, Jaebum y Jinyoung por aquel pasillo. Al llegar en medio de este los bombillos explotaron quedando casi todo oscuro, seguido de eso nuevamente aquel viento fuerte se hizo presente haciendo que uno de ellos se cayera. Los gritos y risas se hacían más fuertes y tenebrosas.

— ¿Qué mierda sucede? —preguntó Jaebum confundido viendo como los cuadros caían al piso y volvían a su lugar.

— ¿Dónde está Youngjae? —interrogó HaeNeul quitando el cabello de su cara.

— Solo sé que esta adentró pero no responde y la puerta no abre. —respondió Jackson un tanto asustado por lo que estaba sucediendo.

Jinyoung se acercó a la puerta y empezó a tirar de ella, intentando tumbarla pero no podía.

— Déjame salir ahora... —gritó Youngjae corriendo por un lado del laberinto, lo cual cerca de sus pies cayó una cabeza humana que lo miraba fijamente. Gritó asustado y pateó de está. Escuchó que voces conocidas llamaban por su nombre e intento seguir su camino.

"Tus amigos llegaron" —comentó entre risas una cabeza que estaba pegada de una estaca ensangrentada.

Jaebum y Jinyoung seguían intentando abrir la puerta pero empezó a emerger sangre que corría por los extremos. HaeNeul gritó aterrada y abrazó a Jackson. Los cuatros se encontraban totalmente sorprendidos por lo que estaban presenciando creían que se encontraban en una especie de películas de terror.

— ¿A dónde vas? —preguntó Jaebum al ver que HaeNeul se estaba acercando a la puerta.

Tomó de esta, tiró de ella y esta se abrió haciendo que aquel laberinto desapareciera, lo primero que vió fue a Youngjae tirado en el piso, corrió hacia él y la puerta se cerró nuevamente.

— Algo está en mi mente... —comentó él mientras movía sus manos de una manera extraña.

Los golpes en la puerta se hacían presente los cuales sus amigos los llamaban para que abrieran.

— ¡Basta, Youngjae! —se acercó a él.

— Me dice que acabe con mi vida. —canturreó y esbozó una sonrisa escalofriante. — Ellas no me dejan en paz... —dijo mirando al piso mientras se mecía de adelante hacia atrás.

— Por favor, salgamos de aquí... —intentó acercarse más a él pero este se alejó.

Youngjae se sentó de golpe en la cama y pudo notar que todo había sido un sueño. Llevó una de sus manos a su pecho y respiró profundo. Todo había sido tan real. Giró un poco su dorso y vió a un lado a HaeNeul que se encontraba dormida. Cerró sus ojos por unos segundos y los volvió a abrir. Notó como su acompañante se convertía en un escalofriante cadáver que lo miraba fijamente sin decir nada.

Se alejó rápidamente asustado de la cama sin despegar la mirada de ella.

¿Realmente había sido un sueño?