Última noche en la casa de Valle

4.5K 293 21
                                    


Juliana y Valentina ya estaban acostadas, esta era su última noche en la casa de Valle. Tenían la televisión encendida con una comedia romántica llamada "A lot like love", donde un chico y una chica se conocen, desarrollan gran química y por cosas del destino terminan separándose y reencontrándose durante diferentes etapas de sus vidas.


Habían hecho el amor y se encontraban desnudas bajo las cobijas, Juliana pasando su brazo como protegiendo a Valentina, quien arrecostada en su pecho le acariciaba su costado mientras miraban la película que ya estaba ya terminando.

-Ya es hora de dormir Val, mañana tenemos que alistarnos temprano para volver a la ciudad. -Dijo Juliana mientras apagaba la tele.-Perdón, ¡no sé si quieras seguir viendo otra cosa!

-No, vamos a dormir.-Le dijo Valentina buscando sus labios para darse un rápido beso de buenas noches. Sin tener que decírselo, se acomodaron de cucharita, con Valentina abrazando a Juliana por la espalda, podría decirse que era la posición favorita de ambas para dormir.

Había pasado como una hora cuando Valentina cambió de posición para acostarse viendo hacia el techo, cuidadosamente para no despertar a Juliana. Aunque fue muy cuidadosa, el hecho de no sentir el calor del cuerpo de Valentina en su espalda hizo que Juliana se despertara buscándola.

-¿Val?

-¡Perdón amor, te desperté! ¡Traté de ser cuidadosa!

-Lo fuiste. -Dijo Juliana volteándose hacia ella.-Es solo que sentí un vacío cuando dejaste de abrazarme. -Le dijo sonriendo con la voz ronca.

-¡Ayyyy no me digas esas cosas que se me va a hacer todavía más difícil irnos a la cuidad mañana!

Valentina había estado con el ánimo bajo todo el día porque tenían que regresarse a la ciudad al día siguiente, habían hablado al respecto y su ánimo había mejorado; pero al parecer los sentimientos de tristeza volvieron.

-Disculpa que te despertara Juls, no podía dormir.

-Mmmmm, déjame adivinar porque. ¿Es porque ya nos regresamos mañana?

-Pues sí... Voy a extrañar el pasar todo el día contigo, a dormir abrazadas y que tu cara sea lo primero que vea al despertar. -Le dijo aguantando las ganas de llorar.

-También voy a extrañar todo esto. -Le respondió Juliana acariciándole la mejilla. -Cuando dejaste de abrazarme de veras sentí que te extrañé.  Se quedaron unos minutos mirándose a los ojos, Juliana seguía acariciando la mejilla de Valentina.

-Cuando quieras puedes venir a quedarte a dormir a mi casa.

-Me late. -Dijo Juliana sonriendo. Valentina se acercó para besarla. Un beso dulce. Juntaron sus cabezas a la altura de la frente y volvieron a acomodarse de cucharita para domir.  Habían pasado como 15 minutos cuando Valentina preguntó.

-Juls, ¿estás dormida?

-Aún no. -Respondió Juliana con la voz un poco más ronca que de costumbre, "voz de sueño", que le dicen. -¿Sigues sin poder dormir?.

-Hmjuu -Respondió Valentina con un tono de consentida. Juliana volvió a girarse para quedar frente a ella.

-Ven aquí -Le dijo Juliana extendiendo sus brazos para arrecostarla a su pecho.

-¿Quieres que te cuente una historia para poder dormir? - Juliana preguntó mientras acariciaba el cabello de Valentina.

-Sí... Dijo Valentina haciendo un puchero.

Valentina había pasado por cosas muy intensas en su vida, con Juliana se sentía segura, protegida y eso la transformaba a veces en una niña que busca cariño y que la consientan.

-A ver... cual historia te cuento. Mmmmm. ¿Sí te había gustado la historia de mi muñeca Hawaiiana?

-Me estaba gustando, hasta que me dormí. -Respondió Valentina sonriendo.

-Pues bueno, esa era la idea. ¿Recuerdas que te había dicho que era mi muñeca favorita?

-Sí.

-Pues lo era, hasta hace unos meses.

Valentina cerró los ojos, se acomodó mejor usando el pecho de Juliana como almohada y sonrió. La voz suave de Juliana tenía un efecto calmante en ella.

-Todo empezó cuando llegué con mi mamá a la ciudad. Un día íbamos discutiendo por la calle cuando de pronto pasó frente a mis ojos la muñeca más hermosa que había visto. Tenía un cabello largo, dorado, una carita preciosa; pero triste... Llamó tanto mi atención al pasar que tuve que voltear a verla y hasta i mamá se dio cuenta y me preguntó que que tanto le miraba.

-¿Es neta?

-jajaja sí, es neta. Creo que fui muy evidente. Lupita me preguntó que que tanto te miraba.

-¿Y que le contestaste?

-¡Le dije que me había gustado tu ropa! jajaja

-Mmmmmm

-¿Qué pasa?

-Pues que recuerdo que cuando nos hablamos por primera vez en el parque tu me dijiste que te gustaba mi ropa... ¿Fue eso lo que llamó tu atención? -Preguntó Valentina intrigada.

-Sí y no. O sea, me gustó toooodo el conjunto y lo de la ropa lo dije para romper el hielo. Quería hablarte pero no sabía de que.

-Me alegro que te haya gustado mi ropa jajajaja y que hayas dado ese primer paso.

-También me alegro y me alegro que me hayas permitido acercarme.

-Yo me alegro que me dejaras entras en tu vida.

-Y yo de que me abrieras tu corazón.

Las dos se quedaron en silencio acariciándose delicadamente.

-Val...

-¿Sí?

-Mañana quiero quedarme a dormir en tu casa.

Juliana lo dijo en un tono como buscando la aprobación de Valentina, quien inmediatamente le respondió entusiasmada.

-¡Claro bebé! ¡Yo encantada! ¡Cuando quieras! -Le respondió Valentina, que se incorporó un poco para llenarle la cara de besos.

-Eres tan linda. -Le dijo Juliana contemplándola y acariciándole la mejilla. -¡Soy tan afortunada! 

-Se miraron muy intensamente, diciéndose demasiado con los ojos. De nuevo, sin decirse nada se acomodaron de cucharita; pero cambiando posiciones esta vez siendo Juliana quien abrazaba a Valentina desde atrás.

-¿Te sigo contando el cuento para dormir?

-Gracias amor; pero estás cansada y yo también estoy empezando a tener sueño.

-Bueno, al menos déjame hacerte piojito.

Juliana empezó a acariciar la cabeza de Valentina, no habían pasado ni cinco minutos cuando ya el sueño les ganaba a las dos. Valentina al parecer se había quitado muchas cosas de su cabeza, o más bien el saber que al día siguiente compartirían otra noche juntas era justo lo que necesitaba para poder conciliar el sueño. 

 Y así abrazadas se quedaron dormidas.

Juliantina - Después del final de la telenovela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora