Algo tan mágico

49 1 0
                                    

Shattered - Trading yesterday.

Potentes rayos partiendo en dos el oscuro cielo de la noche, mostrando, con su brillante y fulgorosa luz, las esponjosas nubes de algodón enzarzadas en guerras de titanes. Acompañados con el estruendo de los truenos sonando de fondo, clamando tormenta.

Miles de pequeñas gotas, cayendo una tras otra, con una fuerza sobrehumana impresa en cada golpe, consiguiendo arrasar con todo, llevándose todo lo malo, mágicamente perfectas despejando el mundo, preparándonos para mostrarnos su magia. Amaba la lluvia y amaba la potente magia del mundo, esa magia que nosotros, en realidad, no sabemos ver.

Desde la ventana de mi cuarto podía observar como la plana superficie del lago recibía a las gotas de lluvia con delicadeza, creando unas ondas perfectamente circulares. Podía ver cómo, impertérrito, acepta cada pequeña partícula de agua que lloraba el cielo, alojándola en su interior. Apreciar como la grandeza de la naturaleza muestra su mejor cara, demuestra que lo que nosotros consideramos antinatural es algo sumamente normal: la solidaridad en estado puro.

Compartir, todos lo hacen menos nosotros, que nos consideramos seres supernaturales y, en realidad, no somos más que seres completamente naturales. Una carcajada se escurrió por mi lengua, una carcajada amarga, como de limón, que me dejó unas vibraciones extrañas entre las costillas por la sorpresa y los recuerdos. Las silenciosas lágrimas que bajaban por mi rostro trazaban suaves sendas por el mismo, estaba pensando como él lo hacía. El uso del pasado retumbo en mi cabeza como el eco del latido desgastado de mi corazón.

Estaba empezando a darme cuenta de que sus absurdas ideas sobre la perfección sobrenatural de la naturaleza se habían colado por mis oídos y se habían asentado con firmeza en mi cabeza. Sonreí con un sollozo enredado en mi garganta mientras recordaba como hablaba de la magia, como si fuera algo palpable, algo completa y absolutamente natural. Pero, después de todo, eso era demasiado cierto, porque él, con sus ojos de gato salvaje tan verdes que asustaban, con los destellos de su sonrisa, como de estrellas perdidas.

Las lágrimas seguían deslizándose por mi rostro, jugando a desafiar al tiempo y a las sonrisas pero sabía que no iban a parar hasta que dejara de recordar. Pero, por desgracia, su recuerdo eran pequeñas gotas de lluvia jugando a montar puzzles con su forma en mi cabeza, porque él era lluvia.

Cerré los ojos y traté de perderme entre los acordes de la música que inundaba la habitación, bajito, como si tuviera miedo de sonar muy alto y asustar a las nubes. Pero, a pesar de todo, bajo el oscuro lienzo de mis parpados párpados su rostro estaba grabado a fuego lento. Sus ojos mágicos y delirantes, con la dureza derretida brillando en la oscuridad, su nariz perfectamente algo torcida como con recuerdos de batallas perdidas, y bajo ella la sonrisa de estrellas, con su diente partido y las ganas de comerse el mundo a dentelladas.

Suspiré mientras seguía admirando el recuerdo de sus angulosas pero suaves facciones. Sobre su lisa frente algunos mechones de su desordenado flequillo se movían como si el aire que soplaba en el exterior pudiese moverlos en el interior de mi mente. Abrí los ojos de golpe y seguía viendo su rostro perfecto frente a mí, durante un momento pensé que podía ser real, durante un segundo mi corazón latió como si no hubiera mañana, tratando de partir mis costillas para fugarse con él, pero a los pocos segundos desapareció.

Las lágrimas aun rodando por mi pálido rostro fueron acompañadas de un sollozo ahogado que se escapó de entre mis apretados labios y mi rígida mandíbula. 

- Naomi, baja a cenar. 

La voz apagada de mi madre se escuchó sobre las frases en otro idioma que acompañaban a la música, esas frases tan complicadas para algunos, tan sumamente desconocidas para otros, y tan tristes y melancólicas para mí, esas frases tras las que apacible e inconscientemente me escondía cada vez que podía. De nuevo, por décima vez en la noche, suspiré. 

If I fellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora