Capitulo 1: "Ven A Mi Oficina"

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Ven a mi oficina a las 5:30 PM. Vas a trabajar hasta tarde hoy. Sr. J. Bieber,____ se quedó mirando la pantalla de su computadora y se frotó la frente. Tan él. Directo y al grano. Justin Bieber no creía en la etiqueta innecesaria, pensó con un bufido. A pesar de que sólo había trabajado para él durante seis meses, pronto se acostumbró a su estilo brusco de negocios.Y de una extraña manera, a ella le gustaba. No había nada de esa pequeña charla incomoda. No tener que ser amable con su superior. Él nunca pretendió ser amigo de sus subordinados. Justin Bieber era el jefe, nada más ni nada menos. Demandaba puntualidad, perfeccionismo y obediencia. Sorprendente mente, ____ se había encontrado obedeciendo con prontitud a su jefe. En sus tres años después de graduarse de la universidad, había tenido cuatro empleos, tres de los cuales “la dejaron ir” y uno del que ella se había ido. En sus esfuerzos por ser sus “amigos”, sus anteriores superiores le habían dado la excusa de que no les importaba una mierda. Pero eso no era lo que pasaba con el Sr. Bieber. Por primera vez en su vida, ____ trabajaba duro para complacer a su temperamental jefe. Una pequeña onda de emoción revoloteaba en su estómago mientras miraba el reloj de su computadora. Las cinco menos diez. Todo el mundo se iría a las cinco PM y entonces no serían más que ella y el Sr. Bieber. Con sus anchos hombros, el pelo castaño y sedoso y un culo esculpido, oh si, había mirado eso con suficiente frecuencia, su mera presencia era suficiente para que su vagina se apretara de deseo. A veces la miraba fijamente, sus ojos color miel chocando con los de ella debajo de su frente y en sus mejores momentos, ella se preguntaba si él sentía lo mismo. No era casado y definitivamente no tenía novia, así que quizás, solo quizás había una posibilidad para ella… Con un suspiro, le echó un vistazo a su computadora. Y cincuenta y seis.Vamos. Apoyando la mano en la barbilla, miró su puerta. A veces… bueno, todo el tiempo, ella se lo imaginaba abriendo la puerta de golpe y arrastrándola fuera de su escritorio para un fuerte polvo. Humedad se formó con un charco entre sus piernas. Maldita sea, si tan solo estuviera sola en casa. Podría arrancarse las bragas y liberarse a sí misma con su juguete nuevo.O podría salir y encontrarse a un hombre para la noche. Sería bastante fácil. Con su trasero redondo y su mirada de “ven aquí”, los hombres la mirarían e inmediatamente pensaban en sexo. Un mohín de sus labios amplios, un movimiento de su cabello chocolate y un aleteo de sus ojos azules y podría ganar un compañero para la noche con facilidad. El problema era, que a pesar de que estaba en sintonía con su cuerpo y podía hacerlos llegar al clímax con la facilidad suficiente, ellos nunca parecían poder satisfacerla y rara vez duraban más de una noche. Suspiró otra vez. ¿Qué demonios estaba mal con ella? El resto de sus compañeros de trabajo comenzaron a recoger sus abrigos y _____ se dio cuenta con un exalto que ya eran más de las cinco PM. Su corazón latió con fuerza en su pecho.¿Por qué estaba tan nerviosa? Era como si nunca hubiera estado a solas con su jefe. Él le pedía ayuda a menudo en la oficina y ella atesoraba cada uno de esos momentos pero siempre había sido consciente del resto del personal de la oficina justo fuera. Sólo una risita. Esa era probablemente la única razón por la que no había perdido sus huesos aun. Cuando el último par de mujeres se despidió, murmuró acerca de trabajar hasta tarde y ellas le lanzaron una mirada de simpatía. Dio golpecitos con sus dedos en el escritorio mientras la última persona salía. Ahora, ¿qué iba a hacer durante media hora? Con la oficina vacía, _____ miró a su alrededor y se acomodó en su silla. Deslizando una mano debajo de su falda, aparto a un lado las bragas de encaje y movió los dedos rápidamente entre sus pliegues. Sí, empapada. Todo era culpa de su jefe, pensó con resentimiento. Soplando una respiración lenta, rodeó su clítoris, rozándolo suavemente hasta que se hinchó bajo sus dedos. Trabajando con más fuerza, cerró los ojos e imagino que era el Sr. Bieber, cálidos dedos en lugar de los suyos delgados. Se lo imagino besando su cuerpo desnudo, tomando sus pezones entre los dientes antes de golpear los dedos contra su necesitada vagina. Su cuerpo se tensó y se retorció mientras deslizaba sus dedos dentro y fuera antes de llevarlos hacia atrás y hasta el fondo, y frotando con furia hasta que un clímax afilado la alcanzó. Poco a poco los retiró, abrió los ojos y se irguió de nuevo en su silla. Alcanzando un pañuelo para limpiarse los dedos húmedos, se congeló mientras la puerta del Sr Bieber se abrió. 

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Nueva nove, espero que la lean, es cortita, así que  subiré o tratare de subir un capitulo nuevo todos los días.
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Los Quiiero
Valeeh

Bound By The Boss [Justin Bieber y tú] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora