Me enamoré de un conde (kuroshitsuji x ____)

Capitulo 3

(T/N) POV

Estábamos de camino a la mansión Phantomhive, Beatrice iba conmigo mientras yo miraba el paisaje por la ventanilla del carruaje. Ver todo me trajo recuerdos de cuando mi familia estaba viva.

-My lady, ha estado muy callada desde que salimos de la mansión, ¿ocurre algo?

-La verdad, no, solo pensaba en la familia que ya no tengo- aunque ya no me importe, pienso en como sería la vida si estuvieran vivos

-¿Acaso se arrepiente de lo que hizo?

-Por supuesto que no- saqué el guante que tenía en mi mano derecha- ¿vez este símbolo?- dije apuntando hacia el símbolo del contrato- desde el momento en que hice el pacto contigo no me arrepiento de mis actos

Ella solo me miró con seriedad.

-Cambiando de tema ¿investigaste lo que te pedí?

Sonrió.

-Claro que si, aquí esta- ella sacó un sobre para después entregarmelo. El conde Phantomhive tiene 14 años, vive el una mansión a las afueras de la ciudad, sus padres fueron asesinados y fue secuestrado cuando tenía diez años.- Nunca me imaginé que este conde tuviera mi edad

-Tome- dijo Beatrice tendiendome una foto de un niño con un parte en el ojo derecho, su pelo era casi azabache y su otro ojo era de un hermoso color azul

-¿Quien es?- pregunte algo sonrojada

-Es el conde Phantomhive

Ciel POV

Estábamos en la entrada de la mansión esperando a Lady O'Brien, pero al parecer estaba algo retrasada, hasta que entró un carruaje negro, supuse que era ella pero la persona que vi bajar fue a una dama de cabello rubio amarrado, tenia un vestido negro con olanes rojos en medio de este, y tenía algunos detalles dorados. Ella ayudó a bajar a una niña de mi edad, de pelo negro con caireles y con un vestido azul con algunos detalles con encaje blanco y negro, era hermosa.

Ella se acercó a nosotros y saludó con elegancia y seriedad.

-Buenos días conde Phantomhive

-Gusto en conocerla señorita O'Brien- saludé estrechando su mano, en la cual tenia un guante de color negro- Creo que es mejor que entremos

-Señorita O'Brien, permitame guiarlas hacia el salón- dijo Sebastian con una sonrisa, por alguna razón me molestó que le hablara de esa manera, pero no podía decir nada. Ellas lo siguieron hasta llegar al salón, le ordené a Sebastian que las guiara hacia el salón de juegos y que también llevara los papeles que envió la reina.

Cuando entre la pude ver sentada en una silla y su acompañante estaba a su lado, no se porque pero ella no parecía ser una simple sirviente, o lo que aparentaba ser.