Capítulo 8 Sorpresas

680 37 0
                                    


Varias semanas habían pasado desde nuestro intenso encuentro con el chocolate. 
La semana siguiente antes de ir con el médico me practiqué una prueba casera de embarazo y aunque salió positiva las tres veces que me la hice quería estar 100% segura.

Admito que la idea de ser mamá me producía una mezcla de sentimientos que no sabía como describir
Pensaba en cómo reaccionaría Fernando o si estaría listo para la noticia, muchas cosas me rondaban la cabeza; Lo de nosotros sólo era físico un sexo alucinante al que me había vuelto adicta día a día, Pero a la vez era consciente de que un niño era una responsabilidad bastante grande y aunque tanto Fernando como yo teníamos trabajos estables y excelentes no sólo debíamos darle todo lo que necesitaba sino también amor.

¿Habría amor entre Fernando y yo?

Llegué al consultorio justo a tiempo... Y fui anunciada por el médico, me pidió acostarme en la camilla y me aplicó un gel sobre mi plano abdomen
Me mostró una pequeña manchita en la pantalla y confirmó mis sospechas,
Tenía en promedio 6 semanas de gestación... Dentro de mí crecía una criatura producto de mis calenturientos encuentros con Fernando.

El doctor me felicitó y no pude evitar que de mi rostro brotaran algunas lágrimas era una mezcla entre la, emoción que me producía estar guardando vida dentro de mí y la angustia de saber como actuaría Fernando.

Regresé al trabajo con la noticia en mi mente ; casi no pude rendir y si antes estaba con energía ahora estaba muerta de cansancio.
Al acabar mi jornada verifiqué varios mensajes la mayoría de Fernando,
Entonces estuve dispuesta a decirle que crecía en mi vientre un hijo suyo, Le pedí que nos viéramos en un restaurante, el me dijo que estaría bien, nos sentamos en la mesa que reservé para los dos; Lo miré a los ojos y le pedí que me escuchara, junté nuestras manos y le dije que lo que hablaríamos en ese momento podría cambiar el rumbo de muchas cosas.
Le dije que tenia miedo. Miedo a la adicción que el fantástico sexo que compartíamos me producía y las lágrimas volvieron a brotar de mi rostro Fernando me sonrió y secó mis lágrimas con ternura,  después de darle un buen sorbo al vino tomé la valentía suficiente para decirle que estaba embarazada,  Me miró con cara de incredulidad y abrió sus ojos como un par de platos... Me preguntó si estaba segura y yo le dije que sí mostrándole la ecografia que me hacía hecho ese día.

Por un largo tiempo nos mantuvimos la mirada, nuestras respiraciones estaban lentas y de los profundos ojos de Fernando brotaron lágrimas acompañadas de un ¿un hijo mío en ti pequeña provocadora mía?

Waooo... Soy... Soy el hombre más dichoso y afortunado del mundo entero.

Quiero confesarte que hace más o menos 3 encuentros sentí diferente, es decir la intensidad, la pasión, tus gemidos, nuestra conexión, la manera en la que te embestia y nos corríamos ohhh Lucero...
Nunca cambió pero hubo algo en esa conexión que me hizo no sólo desearte como una droga cada día más sino.... Sino..... Amarte, amarte como munca lo imaginé con alguien; Ahora me dices que esperas un hijo mío Dios siento que voy a estallar de emoción, voy a morir de tanta felicidad en este preciso instante...
  Y ahí estaban mis lágrimas otra vez
Nunca pensé que Fernand reaccionara así y temia que lo nuestro era sólo pasión y sexo y que la llegada de este pequeño sólo extinguiria aquella conexión tan grande entre nosotros.
Es entonces cuando Fernando me tomó las  manos y me dió un cálido beso en mis labios luego sobre mis mejillas y finalmente sobre mis manos me miró y me dijo lo que toda mujer desearía escuchar...

Pequeña... Me has dado el regalo mas hermoso que has podido soy el hombre más feliz del mundo y deseo compartir contigo cada paso en el crecimiento de nuestro pedazo de cielo.... Quiero despertar a tu lado cada mañana quiero follarte, quiero hacerte el amor, quiero besar tu panza cada día quiero ser todo tuyo.

¿Aceptarías vivir conmigo?

Titubeantemente...  Le  respondí que si entre lágrimas y casi pude sentir cuando mi bebé se movió ligeramente
Nos besamos y aquel beso empezó a subir de tono...
Depronto paramos de besarnos y Fernando me preguntó si podríamos follar como solíamos hacerlo aún con el bebé. Le respondí que el bebé aún era un poco pequeño y que no lo lastimariamos por ahora luego me acerque a su oído y como una maldita zorra lami el lóbulo de su oreja y le dije seductoramente que deseaba que me follara fuerte y que moría porque me diera como sólo él sabía hacerlo 😏
Por debajo de la mesa  toque su entrepierna acariciandola lentamente y diciéndole que había hecho un buen trabajo y que merecía un premio 😏
Fernando apenas podía respirar normalmente.
Luego lo tomé de la mano besándolo apasionadamente, jugueteando con nuestras lenguas en nuestras bocas
Dejamos paga la cuenta y salimos del lugar en ese momento comenzó a llover incesantemente
Y nuestras ropas mojadas dejaron al descubierto algo más que nuestra húmedas
Corrimos a refugiarnos a un hotel cercano subiendo por el ascensor en donde le dimos rienda suelta a nuestro calor sexual 🤤
Fernando no dejaba de besar mi cuerpo por encima de nuestra ropa recorriendo mis pechos mi abdomen y mi zona íntima que quería explotar por tenerlo dentro 🤤
Abrió mis piernas y me quito mis bragas con los dientes y empezó a darme placer con sus dedos alternando con su lengua
Le di mas acceso sentandome contra la pared y retorciendome ante las sensaciones que me producía 🤤
No hubo un espacio de mi vagina que no explorara al la perfección
Bajé la parte superior de mi vestido sacando mis pechos para su deleite 🤤
Entre mis piernas estaba su cabeza y sobre ella me había corrido al menos tres veces 🤤
Subió hasta mis pechos succionando cada pezon, lo pellizcaba y mordía haciendo que mi excitación se incrementara a niveles inimaginables
Alternó entre mis pechos y mi vagina por algún tiempo 🤤
Me volvió a besar haciendo que probara mi propio sabor
Luego bajé hasta su evidente ereccion deleitandome con ella entre mis manos y boca como quien tiene una chupeta deliciosa
Hice que se corriera la primera vez en esa ocasión
Me trague todo su delicioso jugo masculino
Llegamos a tropezones a la habitación
Nunca había deseado tanto que me penetrara
Lo empuje a la cama y desde allí me lo empotre
Siempre encajamos a la perfección
Veinte embestidas después me corrí de manera espectacular
En esa oportunidad me empalo de tres maneras distintas y no hubo momento en el que quisiese parar
Siempre pedía más
Desde atrás el arriba, yo arriba, y nos corrimos por tercera vez
Nos besamos por última vez y caímos rendidos.

Relatos Mil Y Una Noche De Placer Y Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora