Todos conocemos esa típica leyenda que hace unos años causó bastante furor: la cadena rota. "Sino reenvías esto, vendrá no se quién y te matará a las doce, bla bla bla" Vale. ¿Y si entre tantas cadenas... una hubiese sido real?
Todo ocurrió una fatídica noche. En fin de semana.
Una joven de quince años miraba Internet a las once de la noche, un poco antes de acostarse. Llevaba el cabello rubio suelto y sus ojos eran negros. Un correo le llegó a su bandeja de Hotmail. Curiosa, lo miró. Por supuesto, se trataba de la dichosa cadena.
Hace siete años, una niña murió. Un camión la atropelló y el camionero se dio a la fuga. Ahora su espíritu ha vuelto, para cobrar venganza. Sino reenvías esta cadena a nueve personas, ella aparecerá esta noche en tu cama a las doce y te matará.
La niña rió con ganas.
—Claro que sí. ¿Y qué más?
Sin más, cerró el correo, apagó el ordenador y fue al servicio. Se lavó los dientes y tras aquello, se acostó.
Claro que vino la niña. Si no, no habría historia.
Ella apareció justo a la hora predicha. Lo cual demostró que los fantasmas, a pesar de ser crueles y vengativos, al menos eran puntuales. Oye, algo bueno tenían que tener. Se acercó, reptando hacia la niña, de nombre Clara; desde debajo de la cama, proveniente del reino demoníaco. Su larga cabellera negra, ojos blancos y rostro harto de cicatrices, era el reflejo de su alma maligna. Un reflejo delo malvada que era. Malvada por culpa de un accidente. Aunque el camionero ya recibiera su castigo hacía tiempo, la sed vengativa fantasmal nunca se apagaba.
Clara,al notar movimiento en su cama, despertó y pudo ver como aquel ser infernal reptaba hacia ella. Chilló como nunca y trató de moverse,pero las piernas le pesaban. Finalmente logró moverse y caer de la cama, donde se golpeó la cabeza. Ver sangre emanando de su cabeza no ayudó en nada a Clara, quien como pudo se arrastro hacia la puerta,dejando tras de sí un rastro de sangre harto fácil de seguir. La niña Infernal la seguía, aún reptando, más deprisa de lo que Clara desearía.
Ahora lo sabía. La leyenda era real. E iba a morir. Lo sabía. Aunque...tal vez no. Se dio la vuelta, encarando al espíritu, aún reptando hacia ella y Clara tumbada en el suelo, mirándola. Si iba a morir,sería luchando. Y recitó algo que leyó en un libro:
—Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica...
No necesitó recitar todo cuanto leyó, pues el espíritu de repente empezó a convulsionar. No obstante, parecía no ser suficiente, pues la niña infernal continúo hacia ella, aunque parecía costarle más.Clara repitió las palabras y dijo más mientras, recordando una serie que veía, cogía sal y lo echaba encima del ser. Espera ¿de dónde sacó la sal? Pues de su mesa de escritorio que tenía justo asu izquierda. Resulta que Clara siempre había sido un poco supersticiosa en el fondo, y "por si acaso" aprendió algunas cosas para espantar fantasmas.
Aunque aparentaba no creer en cosas sobrenaturales, una parte de ella sí creía. Se logró incorporar y abrió el cajón primero de su escritorio, de donde sacó una cerilla, la cual encendió. La lanzó contra el demonio que la acosaba.
—EXORCIZAMUS TE, OMNIS INMUNDUS SPIRITUS, OMINIS SATANICA POTESTAS, OMINIS INCURSIO INFERNALIS ADVERSARII...
Pocos(y angustiosos) minutos después, el demonio, espíritu, lo que fuera, soltó un agónico chillido y desapareció para siempre,desintegrándose. Clara cayó desplomada al suelo, sin conciencia.Solo la sangre seca de la mañana siguiente y el hecho que ella estaba tumbada en el suelo la convencieron de que todo fue real.Suponía que fue una suerte que sus padres no estuvieran en casa esa noche...
Sus padres habían acudido a una reunión de trabajo a las afueras del país, quedando su abuela como única niñera. Y como tenía el sueño muy (demasiado) profundo, pues no se enteró de nada.
No volvió a entrar a su correo hasta tres días después. Para entonces, misteriosamente, su correo había desaparecido. El correo maldito ya no estaba. Aliviada, pudo seguir su vida diaria, pero no pudo evitar preguntarse si existirían más de esos seres sobrenaturales... Ni que le entraran escalofríos.
Pero como era una niña muy curiosa, se puso a investigar.

ESTÁS LEYENDO
URBAN FANTASY
ParanormalConjunto de relatos de horror acerca de fantasías urbanas clásicas y otras nuevas. Aquí un conjunto de relatos que iré subiendo poco a poco.