Capítulo 19

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Capítulo 19

_ Andrea…
_ Melissa, no digas nada… No digas nada, por favor…_ dijo al permitirse llorar finalmente al ver que se encontraban sola y mi madre y Giselle se habían quedado atrás.
_ Amiga…_dijo y la abrazó entendiendo todo aquello que le dolía a su amiga.
_ Me siento como una verdadera tonta y lo que más me duele es saber que él ni siquiera puede ver todo lo que me ha hecho sentir verlo con otra, y que no pueda ver que todo es una mentira… Giselle jamás le agradó a él. No la soportaba…Siempre intentó mantenerla al margen por más que su madre intentaba todo lo contrario.
_ Te prometo que conseguiré decirle la verdad…
_ Melissa, ¿de qué vale si ni siquiera puede recordarme? ¡Yo no significo nada para él! Sus ojos miraron a una extraña…
_ Andrea…
_ Vámonos… Melissa, por favor, vámonos.
_ ¿Quieres irte sin intentar al menos que él conozca la verdad? ¿Qué sepa que mi tía le está mintiendo?
_ Tu tía no permitirá que nos acerquemos de nuevo… ¡Es tan obvio que tu tía preparó todo esto!... Y llegamos tarde… ¡Tan tarde! Si él hubiese despertado cuando estuve en su habitación y hubiese sido lo primero que él hubiese visto, otro gallo cantaría. Las cosas hubiesen sucedido distintas. ¡Tu tía ha tenido todo este tiempo para lavarle el cerebro y yo le creí a ella! ¡Le creí cuando nos dijo que por su salud no era bueno hacerle recordar!... ¡Me siento como una tonta!
_ Ella no se saldrá con las suyas… No permitiré que se salga con las suyas.
_ Melissa, ¿y cómo crees que podrás hacerlo? Sé realista…Mientras Harry esté aquí y esté bajo los cuidado de sus madres será un imposible. Además, nosotras tenemos que regresar a Venezuela… Mientras él no recuerde nada, nada podemos hacer. 
_ Mi madre tenía razón… Y lo que más me duele es ver que también creí en la mentira de mi tía. Me siento tan impotente. 

   Y Andrea no se equivocó, mi madre había dado la orden de que solo ella, mi padre y Giselle fuesen los únicos que tuviesen acceso a mi habitación. Estuve internado por un tiempo más, siendo observado para así determinar cómo iba mi evolución. Y en todo ese tiempo fui ignorante de aquella carta que por petición de Melissa, Andrea me había escrito.

  << Mi querido Harry, me encuentro sentada mirando esta hoja en blanco sin saber por dónde empezar. Simplemente puede decirme: ¿quién iba a pensar que esta sería la forma en que me verías al volvernos a ver? 

    Muchas ideas, recuerdos, palabras pasan por mi mente diciéndome que es lo que debo escribir y decirte, y sin embargo, a pesar de todo ello, sencillamente me gustaría hacerte recordar aquellas cosas que tú me hiciste saber tiempo después cuando al fin empezamos a hacer amigos. Antes de macharme con tu prima y con tu tía, quisiera recordarte algo de eso que solías decirme cuando estudiábamos juntos en Venezuela. 

   Nunca dejes de luchar por tu sueño. 

   Descúbrete a ti mismo y así encontraras quien realmente eres.

   Algún día, si nos volvemos a encontrar, me gustaría saber que te has graduado y has cumplido tu sueño… Ser un ingeniero en sistema. No hay más que pueda decirte, solo que es lo que más amas desde que te conozco. Cuando tomes tus libros y continúes con tu vida, recuerda que es lo que realmente amas…

   Y espero que eso también te lleve a aquella niña de siete años que hiciste molestar tanto en muchas ocasiones cuando tenías nueve años… Quizás con ello recuerdes una frase que una vez le dijiste siendo ya un adolescente: “Te amé primero”…

    Mejórate pronto… Y cuídate…

                                                                                                                  Andrea Guzmán…>>

   Mi madre había visto aquella carta que había dejado una enfermera bajo mi almohada esperando que yo la viese al despertar. La tomó en su mano y la leyó con una sonrisa cínica, destruyéndola después como si jamás aquella carta hubiese sido escrita.

   El tiempo después de eso siguió avanzando, mientras seguía mi recuperación en mi hogar, siendo envuelto en una realidad que no existía realmente. Giselle y mi madre se hicieron unas aliadas tan fuerte que no permitían a nadie a mi alrededor que pudiera desenmascarar aquella cruel mentira. Haciéndome con ello tener nuevos amigos y ser parte un círculo social al cual siempre había huido al no querer forma parte de ello.

   Tras mi recuperación, mi padre consiguió que siguiera sus pasos como abogado. Terminando ambas carreras, sin embargo, ejerciendo solo una de ellas.

    Empecé a trabajar en el  despacho de mi padre, siendo uno de los abogados con más renombre. Volviéndome el orgullo de lo Barlow, al mismo tiempo que mi compromiso con Giselle se hacía más oficial. Y había llegado el momento de anunciar la fecha de nuestro matrimonio.

   Un anuncio que se hizo oficial en las noticias y en las revistas de elites.

<< Harry Barlow y Giselle Miller, felizmente anuncian su fecha de matrimonio…>>

_ Andrea…
_ Por favor, no digas nada… Esta es la única verdad que puedo ver… Y ya no puedo más. He de renunciar a este sentimiento que no me lleva a nada, sino a siempre recordar y llorar lo perdido.
_ Si solo…
_ Melissa, él nunca podrá volver a recordar. El golpe que se dio en la cabeza fue tan fuerte que le borró todo sus recuerdos y ese pasado que jamás regresara. He de asumirlo y seguir con mi propia vida…
_ ¿Qué quieres decir con eso?_ le preguntó Melissa asombrada.
_ Franco ha estado detrás de mí, desde hace dos años, esperando que recapacite y vea la verdad… No puedo seguir atada a un pasado que se quedó atrás. Harry ha continuado con su vida y es feliz. Yo merezco lo mismo.
_ Pero, tú no lo amas…
_ Si nunca me doy la oportunidad, ¿cómo podría hacerlo?... Él se ha convertido en un gran amigo y ha sido una muy buena persona desde que vio con que dolor llegué de ese viaje que hicimos a Londres dos años atrás.
_ Andrea…
_ Siempre amaré a Harry… Siempre estará en mis pensamientos como mi primer amor, pero he de continuar con mi vida… La vida continua de la misma forma que lo hace el tiempo. Nada puede cambiar eso…_ abrazó a su amiga_ Gracias por siempre estar allí cuando más te he necesitado y no te culpes por lo que no pudimos cambiar… Las cosas siempre suceden por una razón y quizás así debieron ocurrir las cosas.

   En Londres, Giselle presumía su nuevo anillo que hacía aún más oficial aquel matrimonio que se celebraría aquel otoño de 2009.

_ Te lo dije… Que un día lo conseguiría._ le dijo Giselle a su gran amiga Sophia Allen.
_ Sí, ya veo… ¿Y con qué precio a pagar?_ cruzó los brazos y la miró con ironía_. ¿Has pensado que harás el día en que el recuerde su pasado y vea que ese amor que cree que te tiene lentamente se transforme en un profundo odio?
_ Él jamás recordara… ¡Jamás! ¿Acaso no ha sido tan obvio todo este tiempo? ¿Y quién ha estado con él? Simplemente yo…
_ No te engañes más… Sólo eres una mentira en su vida.

Te amé primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora