𝑉𝐼𝐼𝐼. 𝑅𝑢𝑝𝑡𝑢𝑟𝑎

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Los ánimos de todos estaban por los suelos

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Los ánimos de todos estaban por los suelos.

Tan pronto como los exorcistas y generales llegaron a la nueva Orden, se reunió a la sección científica y los buscadores. Tal como se había hecho con los exorcistas, se les informó de la orden de búsqueda y captura de Allen Walker.

Como se esperaba, los más allegados a él se negaban a creerlo.

Los altos mandos sabían que habría un distanciamiento entre los que defendían a Allen Walker y los que no lo hacían, más sin embargo no se esperaban que fuera a llegar tan lejos.

En tan solo unas horas el rechazo entre ambos grupos se volvió evidente. A pesar de que estaban en el mismo bando, el distanciamiento estaba creciendo.

La diferencia de opiniones comenzaba a hacer estragos en la relación que llevaban todos en la Orden, los que antes se consideraban familia, empezaban a verse entre sí como enemigos.

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Con pasos vacilantes Lenalee caminaba por el comedor de la Orden, conforme avanzaba numerosos buscadores comenzaban a hablar a sus espaldas.

Aunque creían que no los escuchaba, Lenalee escuchó cada uno de sus comentarios ofensivo dirigidas hacia Allen, también dirigiéndolos a sus amigos.

Al ser una exorcista, los buscadores no se atreverían a decírselo frente a frente, se limitarían a hablar a sus espaldas.

Lenalee se detuvo y se mantuvo quieta en medio del comedor, de inmediato los buscadores que estaban hablando guardaron silencio.

Lenalee observó a su alrededor, fijando su mirada en los buscadores, quienes no tardaron en evadir su mirada, virando a otra dirección.

Que los que consideraba parte de su familia se dirigieran de esa forma a ellos le resultaba doloroso. No solo por sus palabras hirientes, sino por el odio que acompañaba cada una de ellas.

Reanudó su caminar, ignorando a los buscadores y dirigiéndose a la final del comedor. En las mesas más apartadas se encontraban todos los exorcistas de la Orden oscura, la mayoría mantenía una expresión seria o de tristeza.

Sin ánimos, se sentó al lado de Kanda, quién simplemente no le prestó atención y siguió comiendo de forma silenciosa. Frente a ellos estaban sentados Lavi, Krory, Miranda y Chaoji.

Todos ellos permanecían en silencio. Los únicos que comían eran Kanda y Chaoji, los demás ni siquiera habían comenzado a hacerlo.

Lenalee se removió incómoda en su lugar. Comprendía el cómo se sentían sus amigos, más, sin embargo, comenzó a incomodarle la terrible tensión entre ellos.

Decidió romper el silencio.

― ¿Cómo lo están llevando? ― preguntó Lenalee, mirándolos brevemente. Aquella pregunta les hizo sobresaltarse.

𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝐿𝑢𝑧 𝑦 𝑂𝑠𝑐𝑢𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑 [𝐵𝐿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora